El verano, hito optimista para una castigada hostelería andaluza
Cinco profesionales de la restauración analizan las claves actuales del sector La importancia de la visibilidad
Aunque el comienzo de 2021 no ha podido ser más duro para la hostelería andaluza, las esperanzas están puestas en el verano y lo que venga a partir de entonces. Ésa es la principal conclusión que se extrae del segundo encuentro digital #FuerzaBar organizado por ABC y GURMÉ con el patrocinio de Cruzcampo, un debate entre restauradores de la región en el que se han analizado claves como la reconversión de los negocios, la seguridad del entorno hostelero o los apoyos que ha recibido uno de los sectores más castigados por la pandemia.
Manuel Román, director de ventas y distribución a hostelería de Heineken España, considera que «se ve la luz al final del túnel. 2021 será un año duro pero con buenas perspectivas de cara al verano, hay buenas vibraciones porque la sociedad española está demostrando que el bar es parte de su vida y no va a renunciar a él», apuntó el directivo de Heineken durante el encuentro, celebrado el pasado lunes.
Los hosteleros participantes coincidían con él en esa visión optimista. Así, Raúl Cueto, director del Grupo Arsenio Manila de Cádiz, está convencido de que en unos meses la situación mejorará: «Tengo mucha confianza en el público, que tiene muchas ganas de salir y disfrutar, y también en mi personal», matizó. Juan Gómez, responsable del grupo sevillano La Azotea, confía en que «este verano estemos donde todos queremos. Vemos diariamente las ganas que hay», subrayó en una de sus intervenciones, mientras que Javier Campos, gerente del cordobés
«No estamos ganando dinero pero estamos ganando clientela, hay que estar abiertos y entregarse al cliente más que nunca para no quedarse atrás» Con ese mensaje resume Javier Campos la actitud que ha tenido su grupo que está haciendo una inversión en su catering para adaptarse a las nuevas circunstancias: «Estamos invirtiendo en mobiliario nuevo porque ahora los eventos son diferentes, no podemos dejar de ser atractivos para nuestro público y dejar de estar en su mente».
En esa línea opina Raúl Cueto, quien piensa que es momento de «encontrar a tu cliente y colarte por la ventana de su casa si hace falta. Es fundamental que el cliente nos tenga siempre presentes y para eso hay que trabajar las nuevas herramientas digitales y fomentar la presencia omnicanal de tu negocio».
La Candelaria y del restaurante La Ermita de la Candelaria, pone toda su fe en las vacunas: «Este año será de transición y mejoraremos en la medida en que las vacunas sean una realidad porque aún queda mucha gente mayor con miedo a salir», señaló.
Jorge Manzur, director del Hotel Anantara Villa Padierna Palace de Benahavís (Málaga), está convencido de que la cosa mejorará en los próximos meses. El hotel que dirige está cerrado y no reabrirá hasta que no empiecen a llegar los turistas británicos, cliente principal de su establecimiento. Eso será a mediados de mayo, por lo que estima que a partir de entonces todo empezará a mejorar. «Éste va a ser el año de la salida», exclamó el directivo durante el encuentro.
Un año muy duro
Manuel Román recordó que la hostelería está sufriendo mucho este año y que después de un verano bueno y un otoño aceptable, ha llegado un invierno especialmente duro para el sector. «Siete de cada diez empleos que se han perdido en este trimestre son de hostelería, tiempo en el que se han cerrado casi cien mil establecimientos en toda España», aseguró. El caso andaluz es aún más acuciante, puesto que un 14% de los desempleados que hay en l a región proceden de este ámbito.
El clima es un factor fundamental para la buena marcha de los bares y restaurantes, como reconoce Raúl Cueto, quien indica que cuando hace buen tiempo la gente sale. «El verano de 2020 no fue malo porque el público salió en masa a la calle, se duplicaron los turnos y la clientela se habituó a ellos, se ampliaron los veladores… luego las Navidades fueron atípicas sin las reuniones pero lo peor sin duda ha sido el último trimestre», lamentó.
Adaptarse a las circunstancias ha sido clave para salir adelante, y así lo han hecho en La Azotea, donde desde el primer momento del confinamiento comenzaron con el reparto a domicilio y no han dejado de aclimatarse al momento, cerrando aquéllos espacios que no funcionaban y abriendo otros, como un pequeño obrador en el centro de Sevilla. «No estamos ganando dinero pero estamos abiertos y poco a poco vemos la luz al final del túnel, ha sido fundamental no venirnos abajo y seguir adelante para no defraudar a nuestra clientela».
Jorge Manzur considera que la gastronomía es un aspecto fundamental en la oferta integral de un hotel cinco estrellas como el que dirige, por lo que están reforzando todos los aspectos culinarios del establecimiento, no solo para los huéspedes propios, sino para los de otros hoteles y el público local. «Hace unos años la gente no entraba
«No estamos ganando dinero pero estamos ganando clientela, hay que entregarse al cliente más que nunca»
en el restaurante de un hotel pero ahora eso ha cambiado y estamos trabajando para reforzar más nuestra imagen gastronómica», explicó.
Entornos seguros
Para lograr que la clientela acuda con total garantía a los establecimientos es vital que los hosteleros transmitan una imagen de seguridad absoluta. De hecho, Manuel Román recordó que solo el 2% de los contagios se producen en este sector, con lo que hay que dejar atrás el concepto de que la hostelería no es un entorno seguro. Raúl Cueto lo resumió del siguiente modo: «Cada día mandamos a trabajar a nuestros em