H. Terrats eleva su negocio un 12% y refuerza el área patrimonial
La firma ha comprado un edificio en San Esteban y un solar en la calle Juan Pablos
Aunque 2020 fue un año marcado por el Covid, las constructoras con una cartera de proyectos sólida han logrado cerrar un buen ejercicio. Es el caso de Hijos de Terrats, que alcanzó un negocio de 34,3 millones de euros (tras crecer un 12%). «La mayoría de nuestros clientes ha mantenido sus inversiones y esto nos ha permitido sostener un nivel de actividad muy alto», afirma su presidente, Ignacio Pascual-Terrats.
Y en paralelo, también ha pisado el acelerador en su área patrimonial, con una inversión de cuatro millones en la compra y rehabilitación de diversos inmuebles, como un edificio de diez apartamentos en el número 1 de San Esteban, otro en la calle Cedaceros (que acogerá 22 apartamentos), un solar en la calle Juan Pablos 16, así como la mejora y ampliación de su finca de olivar en Huelva. «Este año tendremos más de setenta apartamentos destinados al alquiler de larga duración», remarca.
En 2020 también puso en marcha la estación de servicio BP y el restaurante Burger King de Manuel Siurot tras un largo proceso de tramitación (se trata de un activo de su propiedad en el que ambos operadores son arrendatarios).
La compañía tiene una presencia destacada en dos segmentos. El primero es el área de «retail», donde trabaja para cadenas como El Corte Inglés y MediaMarkt. El 2020 participó en obras de mejora en el centro comercial Open Sky de Torrejón (uno de los mayores de Madrid), junto al Spai Gironés (Gerona) y el Anecblau (Barcelona).
El área en el que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años ha sido la hotelera. «Hemos iniciado la construcción del nuevo Vincci que promueve el grupo Torres y Ribelles en la plaza del Molviedro y estamos participando en el Millenium de la Plaza de San Francisco, que será un cinco estrellas gran lujo». También ha entrado en proyectos de la cadena TOC y en el resort de lujo La Galiana Golf en Valencia. «Lo importante para Hijos de Terrats es que son obras singulares en las que es esencial aportar valor añadido y ser muy riguroso en los plazos», incide.
En cuanto a las previsiones de futuro, este empresario considera que estos meses serán decisivos. «Antes del Covid había planteadas inversiones que ahora están a la expectativa... Es deseable que exista confianza en el futuro para que estas iniciativas vuelvan a coger velocidad». En estos meses se ha constatado «que hay fondos rastreando el mercado hotelero porque el turismo se recuperará cuando la mayoría de la población esté vacunada».
En el área patrimonial, Hijos de Terrats ha mantenido la misma filosofía en los últimos años. «Somos conservadores en nuestras previsiones de rentabilidad, así que decidimos en su momento no entrar en la ola de los apartamentos turísticos». Eso significa que «siempre hacemos los cálculos en función de los precios del mercado del alquiler convencional y en la cartera no entran apartamentos de menos de cuarenta metros cuadrados e interiores».
Sus proyectos están enfocados al segmento de población que busca viviendas de calidad. Y en esta línea, el pasado año concluyó la reforma integral del edificio de Eduardo Dato esquina con San Bernardo, de estilo regionalista, «al que le hemos devuelto la dignidad porque estaba en una situación ruinosa». ¿Cómo ha influido el Covid en este área de la compañía? Pascual-Terrats indica que el precio de determinados edificios en zonas céntricas ha vuelto a los niveles previos al boom de los apartamentos turísticos, aunque hay inversores con liquidez y la competencia por los inmuebles que son atractivos es alta.
Esta firma (que nació en 1957) ha dado paso desde hace años a la tercera generación familiar. Pablo Pascual-Terrats Tejero es director de expansión y su hermano Ignacio está al frente de la dirección financiera, mientras que el ingeniero de Caminos Ángel Baleato es consejero delegado.
Esta constructora familiar sevillana logró una facturación de 34,3 millones de euros en 2020