«Esta corrida es el ejemplo de que no sólo hacen falta figuras del toreo»
Daniel Luque y Ginés Marín abrirán este Domingo de Ramos la temporada taurina sevillana con un mano a mano en Morón de la Frontera
Desde los muros octocentenarios de aquella torre albarrana proyectada como protectora y vigía de Isbiliya planean el asalto a la temporada taurina. En Morón de la Frontera se librará la primera batalla para la reconquista de la tauromaquia.
—Aunque el aforo sea reducido, sorprende la rapidez con la que se han vendido todos los boletos.
—Daniel Luque: Han influido muchos aspectos. Principalmente, el buen hacer del empresario. Y también que tantas restricciones incrementan el interés por ver toros. Cuando la presentamos en el hotel Colón el ambiente parecía de un día de corrida. La gente se quedó a comer en los alrededores y se hicieron tertulias como en otros tiempos. Todos tenemos ganas de toros y eso se palpa en el ambiente. —Ginés Marín: Lleva toda la razón. Que las entradas se vendieran prácticamente en un día refleja el interés que hay en estos momentos por ver toros.
—Con las grandes ferias aún en el aire, cualquier festejo de provincia que se televise adquiere una repercusión extraordinaria.
—D. L.: Ahora mismo cualquier plaza parece de primera categoría. Hay que tener en cuenta que los aficionados están en sus casas sin poder viajar y prácticamente todas las corridas son televisadas. La expectación por cualquier festejo es asombrosa.
—G. M.: El ejemplo lo tenemos en el año pasado, cuando hubo toreros que lanzaron sus carreras tras triunfar en plazas de menor relevancia. El espectáculo merece categoría, aunque sea en una plaza de tercera. Y por eso es importante que volvamos a nuestros orígenes, que precisamente está en los pueblos. Antes sólo pensábamos en Sevilla, Madrid o Pamplona y al resto no se le daba el valor que merecía. Viendo últimamente tantas corridas televisadas he descubierto plazas de provincias que sorprenden por su belleza y por la afición que tienen.
—Que las figuras estén toreando relativamente poco os beneficia a los que estáis un escalón por debajo.
—G. M.: La corrida de Morón es el ejemplo de que no hacen falta sólo figuras, o lo que entendemos por figuras del toreo, para que se cree ambiente. No hace falta tirar de lo mismo que llevamos viendo veinte años atrás: hay una idea original del empresario, la apuesta de dos toreros jóvenes con ambición y el desafío de ganaderías y encastes dife