El dilema de Johnson o Rahm
La renuncia del americano a ir a Tokio y la poca importancia que le da al ranking marcan sus diferencias con el español
En unas circunstancias normales, la l l egada hoy del Mundial ‘Match-Play’ supondría un gran acontecimiento mediático. Sin embargo, en esta ocasión el foco anda desviado con las recientes declaraciones de Dustin Johnson en las que renunciaba a participar en los Juegos Olímpicos por segunda vez. Si hace cinco años esgrimió la excusa del zika para no acudir a Río 16, ahora se refugia en lo cargado del calendario para ausentarse de Tokio 20. En el fondo, lo que trasluce es un desinterés por la cita olímpica, que comparten muchas de las estrellas de su generación y de su país. Algo muy distinto a los golfistas del resto de territorios y, muy especialmente de los españoles. «Es el evento deportivo más importante del mundo y estoy muy orgulloso de poder formar parte de él», explica Sergio García, diploma en Brasil, en l a misma l í nea que Jon
Rahm, que aún no conoce la experiencia. «Yo he crecido viendo por televisión por Juegos y mi mayor deseo es poder ganar una medalla de oro para España».
Guerra económica
Es cierto que para quienes solo están en la guerra económica, los Juegos son un torneo más al no tener todavía una historia golfística muy consolidada, sin repercusión en sus ingresos y con viajes largos que les descolocan (Brasil y Japón). Es posible que en los siguientes (París 24 y Los Ángeles 28) no tengan tantas reticencias al tratarse de destinos más cercanos a las grandes citas previas (‘British’ y Mundial).
La diferencia de criterio es evidente, una más de las que marcan las carreras de Johnson (36 años) y Rahm (26), el actual número uno mundial y el que lo fue hace un par de meses. Lógicamente, al llevar más años de profesional (14 contra 5), el de Carolina del Sur tiene más títulos en su palmarés que el vizcaíno (26 por 12), pero el porcentaje de top 10 del español es superior: 0,48 % a 0,36 %.
Cien torneos
Esto significa que la mitad de las veces que Jon se sitúa en el ‘tee’ de salida acaba entre los diez primeros, una auténtica barbaridad, todo ello cuando acaba de cumplir 100 torneos en el PGA Tour, aún muy lejos de los 281 de Dustin.
Sin embargo, lejos de la comparación numérica, donde de verdad se marcan sus diferencias es en la filosofía de este deporte. Johnson se centra en el Circuito Americano y en los grandes puertos de la temporada (‘majors’ y mundiales), mientras que Jon comparte lo anterior con su compromiso con el Circuito Europeo (Carrera a Dubái y Ryder Cup), con el olimpismo y con el legado del golf.
Ranking universal
Para el norteamericano comandar el ranking universal (lo hace ya durante 212 semanas) es algo anecdótico y que no busca en absoluto, mientras que para el europeo se trata de una gran responsabilidad que nunca ha eludido. «Siempre he dicho que mi paso por el golf tiene que servir para algo; quiero dejar un legado para los jóvenes al igual que yo lo he recibí de mis mayores», comenta Rahm, que tiene a Seve Ballesteros como espejo en el que mirarse. Aunque su paso por la cima de la lista ha sido efímero (4 semanas), es consciente de que volverá allí y está orgulloso de ser el embajador universal del golf, igual que en el pasado lo fueron con éxito el cántabro, Greg Norman o Tiger Woods.
Revancha
Este domingo, Johnson y Rahm tendrán la ocasión de volver a medirse directamente si ambos llegan a la final del ‘Match-Play’ texano, como sucedió en 2017. Entonces Dustin se llevó el gato al agua y ganó uno de los seis títulos mundiales que adornan su palmarés (más otros ocho top 10); Jon, con menos participaciones, solo puede presumir de cuatro puestos entre los de arriba (los mejores, un segundo y dos terceros). La revancha está servida.
El ’Match-Play’, cita clave Esta semana, Rahm buscará la revancha de la derrota sufrida ante Dustin en la final del Mundial 2017