Testigos desprotegidos
Iglesias deja el Congreso entre amenazas
Los exdirigentes del Partido Popular declaran en la Audiencia Nacional por los papeles de Bárcenas
«A veces hacemos debates que no sabemos muy bien para qué sirven», se queja Mariano Rajoy sobre el papel de testigo desprotegido que le ha tocado interpretar en juzgados, comisiones de investigación y platós televisivos, perseguido por letrados, parlamentarios y reporteros de la acusación, todos muy particulares. «Me puede hacer treinta veces la misma pregunta, que la respuesta va a ser siempre la misma», apunta José María Aznar sobre el mismo particular –los papeles de Bárcenas– que ayer hizo coincidir telemáticamente a los dos expresidentes del PP y del Gobierno en la Audiencia Nacional. Que en ocho años de escandalera tesorera Aznar y Rajoy no hayan pasado de la condición de testigos a la de investigados dice mucho de las dificultades de Bárcenas y de la acusación mediática a la que inspiran sus manuscritos para implicarlos en este tocomocho. Como Lola Herrera en ‘Cinco horas con Mario’, fosilizada en un personaje que representa desde 1979, en ‘Ocho años con Mariano, o con José María’, Rajoy y Aznar van por la vida de testigos, y no de Jehová, políticos que han hecho de la palabra ‘no’ su carta de presentación e incluso el resumen de toda su gestión pública. No les va mal –que se lo digan a Pedro Sánchez, con el juez De Prada de apuntador– a los productores de la función y del pataleo.