La terraza Puerto de Cuba nunca tuvo licencia para abrir
Un juzgado respalda la decisión municipal de clausurar el bar de copas de la calle Betis
El Ayuntamiento de Sevilla gana en los tribunales. En el verano de 2019 el gobierno local dictó una orden de clausura de actividad contra la terraza Puerto de Cuba por carecer de licencia. Los gestores del local de copas junto al río recurrieron dicha decisión municipal, pero ahora un juzgado de lo Contencioso-administrativo de la capital respalda el cierre de la terraza porque Puerto de Cuba nunca ha tenido licencia para el ejercicio de esta actividad de ocio nocturno.
El Ayuntamiento dictó una orden de clausura de la terraza incluida en el procedimiento sancionador dictado por el director general de Medio Ambiente y Parques y Jardines el día 12 de julio de 2019. Los dueños de la terraza, gestionada por Puerto de Cuba en Liébana S.L., tenían un plazo para cerrar de forma voluntaria, así como para pagar los 4.000 euros de sanción. Pero el 7 de septiembre, la Policía Local tuvo que proceder a la clausura del local de la calle Betis.
Dicha decisión municipal fue recurrida por los propietarios de Puerto de Cuba, pero el Ayuntamiento lo desestimó por silencio administrativo. Los empresarios de la noche acordaron ir a los juzgados en marzo de 2020, dándose traslado de la demanda al Ayuntamiento y Al Andalus Siglo XXI, actual explotadora del inmueble. Los empresarios alegaron que ejercían la actividad de la terraza Puerto de Cuba «amparada en la licencia a nombre de restaurante Río Grande, por estar situada en la misma finca registral, y todo ello en base a un contrato verbal de arrendamiento con la propietaria del inmueble».
Los abogados de Puerto de Cuba expusieron que se habían vulnerado los principios de buena fe y confianza legítima, recordando otros expedientes sancionadores del Ayuntamiento a la terraza, con los anteriores y los actuales dueños, «bajo la consideración de que se encontraba debidamente autorizada». Si bien, la juez, en la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico, desestima estos argumentos y confirma la resolución municipal de cierre del local de copas.
En su decisión judicial, la magistrada expone que «en ningún momento» los dueños de la terraza de Puerto de Cuba demuestran la tenencia de título jurídico habilitante para el ejercicio de la actividad de bar de copas. Y explica que las relaciones jurídico privadas entre los empresarios de la noche y la anterior propietaria del inmueble son ajenas al presente recurso ya que se tratan de titulares diferentes.
Así, alude a lo dicho por el letrado del Ayuntamiento: «El hecho de tener arrendado un espacio no habilita en absoluto el ejercicio de una actividad en el mismo. Lo primero es una relación jurídico privada y la segunda requiere del control por la Administración, por razones de interés público, de que se ajusta a la legalidad». Esto es, Puerto de Cuba no puede valerse de la licencia de la propietaria de inmueble.
La juez, además, indica que se trata de una actividad, la de terraza de verano al aire libre con música, sujeta a calificación ambiental y, según los informes técnicos y la normativa en vigor, no autorizable por hallarse situada en una Zona Acústicamente Saturada (ZAS), como es la calle Betis.
De hecho, existe un informe técnico municipal que concluye que «es técnica y físicamente imposible cumplir con los niveles de ruido exigibles, y que se encuentra en ZAS, por lo que
Los papeles de otros Los empresarios de la noche usaban la licencia a nombre del restaurante Río Grande
no está permitida» la actividad de terraza de copas. La juez recoge en el fallo hasta tres multas de la Policía Local en las que se constata que la entidad Puerto de Cuba ejercía actividad de bar con música sin licencia. Los empresarios aportaron a los agentes una declaración responsable recién presentada que luego se queda sin efecto y una copia de la licencia a nombre de Río Grande Sevilla, S.A. (anterior propietaria de la terraza) que en nada le autorizaba para ejercer a Puerto de Cuba la actividad alguna.
Los gestores del bar de copas «eran y han sido siempre perfectos conocedores de que nunca tuvieron licencia para ejercer la actividad clausurada». Este asunto judicial no es el único abierto que tienen los gestores de la terraza Puerto de Cuba. De hecho, hasta cuatro juzgados llevan otros tantos asuntos civiles y penales que enfrentan a los propietarios de la terraza de copas con la actual propietaria del inmueble y con la actual explotadora.