Aumento de caudales
El Ministerio para la Transición Ecológica, dirigido por Teresa Ribera, ultima dos cambios que marcarán el futuro inmediato del trasvase Tajo-Segura y reducirán el agua disponible para los regantes del Levante. Primero modificará las reglas de explotación, reduciendo las aportaciones, una decisión que se votará la próxima semana. Después subirá los caudales ecológicos del Tajo en el Plan Hidrológico de Cuenca, que saldrá a consulta pública en abril. «Terminaremos todos en los tribunales», augura el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez.
El aviso sobre los planes del Gobierno llegó el lunes a través de una tribuna de la ministra titulada «Una nueva hoja de ruta para el trasvase Tajo-Segura» que ha reabierto enfrentamientos. En ella, Ribera anunciaba la modificación de las reglas de explotación con el objetivo de «incrementar los volúmenes almacenados en los embalses de Entrepeñas y Buendía, al tiempo que se reducen los volúmenes mensuales que se envían a las cuencas receptoras».
El Consejo Nacional del Agua votará la próxima semana que los desembalses automáticos que se producen cuando no hay una situación de sequía excepcional pasen de los actuales 38 hectómetros cúbicos (hm3) a 27, y que el umbral de nivel óptimo de agua (cuando los desembalses pueden alcanzar los 61 hm3) comience en los 1.400 hm3, en vez de los 1.200 actuales.
Celeridad
Los regantes del Levante, los principales damnificados por la medida, están estupefactos. No entienden el momento en el que llega la medida. Se produce con las reservas en los embalses de cabecera muy por encima del nivel de excepcionalidad (a unos 800 hm3) y apenas un mes antes de que se saquen a información pública los nuevos planes hidrológicos de cuenca. «Dependiendo de los caudales [que fije el Plan Hidrológico], vamos a volver a tener que revisar las reglas de explotación», dice Jiménez. «¿Por qué esta celeridad? Esto genera cierta suspicacia en el Levante. Podríamos haber estado recibiendo 38 hm3 después de muchos años y resulta que no, que cambiamos las reglas para pasar a 27», apunta.
El otro cambio atañe a los caudales ecológicos en la cabecera del Tajo, una cuestión pendiente desde que el Tribunal Supremo dictaminó en 2019 que debían incorporarse estos parámetros. Todo apunta a que el próximo borrador del Plan Hidrológico de Cuenca elevará los valores en cerca de un tercio, algo que se trasladará en una reducción del agua disponible para ser desembalsada cuando entren en vigor en 2022.
Con todos estos cambios, según un estudio de Scrats, en un año bueno la reducción podría ser de unos 78 hectómetros cúbicos, y «habrá años en los que no se trasvase nada», asegura Jiménez. Las consecuencias serán un encarecimiento del precio del agua de un 22% para los regantes, y un 18% para el consumidor. Un cálculo en el que no se incluyen los costos de ampliar la capacidad de desaladoras como la de Torrevieja, o interconectar infraestructuras, que es la apuesta del ministerio. Pero para el presidente de Scrats, llegan tarde. Solo en ampliar infraestructuras «se van a ir a 7-8 años, pero los caudales van a aumentar ya. Esto no es Transición Ecológica».
«Las intenciones del Gobierno en relación al futuro del trasvase Tajo-Segura ya no sorprenden a nadie. Se trata de una hoja de ruta perfectamente definida para cerrar el trasvase», dice el consejero murciano de Medio Ambiente, Antonio Luengo. Su Gobierno tiene claro que presentará alegaciones al cam
El plan de cuenca del Tajo, que se espera salga a consulta pública en abril, incorporará caudales ecológicos en la cabecera del río, con un aumento esperado de cerca de un tercio a los niveles actuales.
Por la caída de ingresos
bio normativo y a los caudales ecológicos, mientras Scrats avisa de que mirará «con lupa» el documento que salga de la Confederación Hidrográfica del Tajo. «La ministra impondrá, presionará… pero al final son los técnicos los que tienen que firmar ese trabajo. Terminaremos en los tribunales casi seguro», dice Jiménez. Opuesta reacción a la que hay ya en Castilla-La Mancha. «Llevamos décadas exigiendo el fin del trasvase, llevamos décadas defendiendo los cauces de los ríos, pidiendo frenar este expolio y yo creo que, cada día, estamos más cerca de que esto tenga un final», dijo la portavoz del PSOE castellanomanchego, Cristina Maestre.