Diego Guerrero crea su versión de ‘La última cena’
¿Puede saber bien ‘el beso de Judas’? Si lo cocina Diego Guerrero, todo es posible. El chef vasco (Vitoria, 1975), con dos estrellas Michelin en la despensa de su restaurante Dstage, en Madrid, es el elegido este año por Canal Historia para reinterpretar ‘La Última Cena’. Es ya una tradición, que comenzó en 2012 y en la que han participado cocineros como David Muñoz, Paco Roncero, Ramón Freixa, María Sandoval, Quique Dacosta, Ángel León, Francis Paniego y María Marte. Los espectadores podrán degustar la versión de Guerrero el viernes 26, a las 22.00.
Según su autor, además, comer bien «no es pecado». «Quizá la lujuria o el exceso lo son, pero se pueden comer bien unas lentejas. Puedes alcanzar una satisfacción máxima con un plato muy humilde».
Sobre la propuesta de Canal Historia, asegura que fue «un reto bonito». Con todos los que han pasado delante, nos preguntamos qué podíamos aportar para versionar una cena qué todo el mundo sabe en qué consistió». «A nadie le ha importado nunca quién cocinó y si estaba bueno. Trascendió la simbología, no si el cordero estaba pasado o lo preparó una señora o un apóstol. Por eso nos fijamos más en la parte simbólica que en la gastronómica. Para tomar un cordero muy rico, vete a Sepúlveda o a Segovia».
Cuenta Guerrero que el de los cocineros «es un gremio que siempre ha estado muy unido». «Hemos sido muy solidarios con otras causas. ¿Cómo no lo vamos a ser con la nuestra? Dejamos a un lado cuestiones personales. Hay un bien común y somos conscientes del valor que tiene nuestro sector para el país. Siempre que se nos ha pedido ayuda, hemos estado ahí. Creo que es justo que ahora estemos unidos para reclamar que se nos ayude a nosotros».
El mal sabor de la política
«Da igual de qué sector hablemos. Todos echamos de menos esa unión en la clase política, que dejen a un lado intereses partidistas y se centren en ayudar y en el bien común», prosigue. Cuanto antes se resuelva esto, antes nos irá bien a todos y antes se podrán centrar en sus guerras personales». ¿Son los cocineros las nuevas estrellas de rock? «Siempre me ha dado igual. Nunca me he visto así. Me levanto a las ocho de la mañana, a las nueve y media estoy trabajando y hasta que no termina el día… Todos ellos doy dos ‘shows’. Me veo más como un actor de teatro, haciendo doble función».