Las vacaciones de los andaluces serán locales pero llegarán 80.000 turistas
La crisis sanitaria reduce al mínimo las reservas para viajar fuera de España
Mientras los andaluces han renunciado ya a salir de vacaciones esta Semana Santa fuera, recibirán la visita de más de 80.000 turistas, el 70 por ciento de ellos extranjeros. La mayoría llegarán a través del aeropuerto de Málaga, el que más número de conexiones tiene con el extranjero en la comunidad.
Así, según datos de la Diputación de Málaga, este año 79.144 personas podrán volar a Málaga. De ellos 55.740 lo harán desde el extranjero y 23.404 desde otros puntos de España. Los datos revelan que España es desde donde más se vuela, seguida de Marruecos (7.937), Alemania (6.156), Francia (6.089), Reino
Unido (4.948) y Holanda (4.684). La ciudad que más plazas de avión tiene con destino a Málaga es Barcelona (4.611), seguida de París (4.295), Melilla (4.212), Bruselas (3.957), Madrid (3.688), Londres (3.637), Frankfurt (3.557) y Amsterdam (3.361).
A esos turistas se suman los que puedan llegar al resto de aeropuertos que tienen conexión internacional en la comunidad más los que aterricen en Gibraltar, que suelen tener como destino final alguna provincia andaluza, mayoritariamente Cádiz o Málaga, aunque siguen restrigidos los vuelos turísticos desde Gran Bretaña.
Mejor en casa
Los andaluces, sin embargo, prefieren quedarse en casa. Así lo constatan las agencias de viaje, que han notado cómo la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia ha mermado las ganas de viajar. Tanto es así que lo poco que han vendido estas semanas pasadas son para viajes cortos de Semana Santa «a la playa más cercana o turismo rural», explica Reyes, que regenta una agencia de viajes en Sevilla. «La gente reserva dentro de la misma provincia y además es algo que recomendamos ahora porque ir más allá tiene un riesgo de cancelación o de cierre perimetral», añade.
La cuestión es que viajar, se puede. Hay países que están abiertos o que piden solo un certificado o una prueba médica. Pero los andaluces no lo ven claro. Lo confirma Andreína Márquez, quien también tiene una agencia de viajes en la capital andaluza. «Se puede comprar un billete a Cancún, sí. También a muchos sitios de Europa. Pero no se está haciendo».
Coincide Eva Rodríguez, con una agencia de viajes en Granada. «No estamos haciendo negocio ninguno —se queja—, aunque comprar claro que se puede comprar. El problema es que la gente no se puede mover». Ella lo sabe bien porque aunque podría organizar viajes al Caribe u otros destinos, tendrían que mandar a sus clientes al aeropuerto de Málaga, algo imposible por los cierres perimetrales de las provincias.
Ahí está la clave, indica Toni Salvatierra, también agente de viajes que explica que «la movilidad es nuestra materia prima. Y ahora está todo cerrado, qué vamos a vender».
En todas las agencias consultadas señalan que los andaluces ahora mismo prefieren la seguridad de una costa cercana. Pero que, incluso cuando se deciden a reservar, piden que sea reembolsable si finalmente hay restricciones que hacen imposible el viaje.
«Nos piden casi siempre anulación sin coste por si hay un cierre perimetral o un aumento de casos», confirma Casandra Gutiérrez, la dueña de una agencia de viajes en Bellavista.
De fondo, añade, el problema es que hay miedo entre los andaluces. «Ya están anunciando la cuarta ola, la quinta, la sexta... Tenemos más olas que Tarifa», ironiza. Y ese miedo, añade, es más fuerte que las ganas de vacaciones en el extranjero. «A mí me dice mucha gente que está deseando salir, que han ahorrado, que se van a apuntar a todos los viajes... Pero, ¿dónde los mandas? ¿Se puede ir a Tailandia? ¿A Francia? ¿A Toledo? La gente no sabe y por esa incertidumbre, pues al final reserva cerquita y que se pueda anular», explica.
Sin embargo, hay algunas bolsas de negocio que generan un movimiento mínimo en las agencias. Por un lado
Los clientes demandan cancelaciones sin gastos si hay complicaciones por la pandemia
Países del Caribe o de Europa están abiertos al turismo pero los andaluces no se deciden a reservar
Las agencias de viajes piden ayudas
Las agencias de viaje de Andalucía protestaron ayer a las puertas del Parlamento por «la falta de ayudas» de la Junta. De negro y con maletas, los agentes de viajes señalaron que desde el Gobierno andaluz saben de sus necesidades pero no las atienden. «Necesitamos poder trabajar ya», reclamaron, al tiempo que señalaron que desde el inicio de la pandemia aguantan los gastos de su negocio «con cero ayudas». En el sector indican que la mitad de las agencias de la comunidad han cerrado en estos meses «y el resto agoniza». Los concentrados indicaron además que aunque la Junta ha anunciado una ayuda de 3.000 euros para cada agencia, eso no cubre sus pérdidas, que cifran en una media de 60.000 euros por oficina. Aunque reconocen que el bono turístico fue un impulso, las trabas y «la letra pequeña» complica en muchos casos su gestión y su cobro. Señalan además que, con el cierre de las provincias, es papel mojado. esas reservas de sol y playa o de campo dentro de la misma provincia. Pero también vuelos a Suramérica o Centroamérica para nacionales de esas zonas que quieren volver a su casa.
¿Y la campaña de verano? Todos vuelven a hablar de incertidumbre. Por ahora hay pocos datos sobre cómo evolucionará la curva epidemiológica en Andalucía o en los destinos turísticos. Y así los andaluces no se deciden a reservar. Por ahora sí se hacen reservas, pero iguales que para Semana Santa. Cerca y con garantía de cancelación. Nadie quiere pillarse los dedos con un viaje largo o exótico.
Al final en el sector creen que los andaluces, como el año pasado, van a dejar el verano para el último minuto. Más aún, para el ultimísimo segundo. Cuentan en el sector que el año pasado en julio y agosto las reservas para la noche del viernes se hacían el miércoles. El margen de tiempo era mínimo. Pero, visto el horizonte que tienen, con eso se conforman, señalan. Con que el verano de 2021 se parezca un poco al de 2020 que, aunque malo, algo de movimiento sí que generó en las agencias de viaje.