Biden se jacta de seguir expulsando a sin papeles por «decenas de miles»
El presidente de EE.UU. niega que haya una crisis en la frontera, pero a la vez culpa a Trump de la llegada masiva de niños indocumentados
El presidente Joe Biden se dirige al atril desde donde dio su primera rueda de prensa, ayer en la Casa Blanca
En la primera conferencia de prensa de su presidencia, Joe Biden defendió ayer que la crisis migratoria que padece Estados Unidos no es tan grave como parece porque «la gran mayoría de los que llegan son expulsados». «Los expulsamos a miles, a decenas de miles, a todos los que tengan más de 18 años y lleguen solos», dijo el presidente, que mantiene cerrados los cruces fronterizos por carretera con México que impuso Donald Trump al inicio de la pandemia de coronavirus.
La excepción, admitió el presidente, son los menores de edad. Con aire indignado, Biden dijo: «Si un niño no acompañado acaba en la frontera, no mera y única en 63 días de presidencia, Biden explicó que los agentes de frontera solo permiten la entrada y permanencia en EE.UU. de menores de edad. Al resto se les impide la entrada o se les devuelve en caliente. También prometió la inversión de 700 millones de dólares, unos 600 millones de euros, en programas de ayuda a las naciones Centroamericanas que envían a esos niños a cruzar México y tratar de entrar en EE.UU.
Biden fue preguntado por el secretismo con el que su Administración ha gestionado la crisis en la frontera, ocultando el hacinamiento de niños. «Habrá transparencia, lo prometo», dijo el presidente, «cuando el plan que estamos preparando esté en marcha». El presidente confirmó que quiere visitar la frontera, acompañado de la prensa, a la que no se ha permitido entrar en esos campamentos. Pero antes la vicepresidenta, Kamala Harris, debe trabajar en un plan de intervención para atajar la crisis. Desde esta semana, Harris tiene el encargo de supervisar la política fronteriza.
Uno de los mensajes centrales de esta Administración es el de la unidad, pero Biden se ha encontrado con el enfado de los republicanos ante su gestión de la crisis migratoria. Estos se