En materia de política exterior, Biden critica el creciente autoritarismo de China y de Rusia
vamos a dejar que se muera de hambre y se quede del otro lado, eso es algo que tampoco hizo ninguna Administración anterior, excepto Trump. No lo voy a hacer. Repito: no lo voy a hacer». Como suele hacer desde su llegada a la presidencia, Biden achacó los problemas que ahora debe solucionar a la gestión de Trump, algo habitual en los meses posteriores a un relevo en la Administración.
Biden rechazó que exista un efecto llamada por su promesa de una amnistía. «¿Acaso alguien defendió que bajo Trump hubo un incremento de llegadas del 31% porque era un tipo bueno y por eso venían? ¡No vienen aquí por eso!», dijo el presidente. Marzo va camino de ser el mes con más llegadas de menores sin papeles sin acompañar desde que hay registros, unos 17.000. De momento ya hay 15.000 niños y adolescentes bajo custodia del Gobierno federal.
«No puedo garantizar que vayamos a solucionar todos los problemas», admitió Biden. «Pero puedo garantizar que podemos mejorar la situación. Podemos hacerla mejor. Podemos cambiar la vida de muchas personas», añadió el presidente.
Mala reacción
Biden, sin embargo, no se tomó a bien que le preguntaran si cree aceptables las condiciones en que esos niños pasan sus primeros días en EE.UU., hacinados en celdas de plástico en campamentos de detención. «¿Esa pregunta es en serio? ¿Si es algo aceptable para mí? No. Por eso vamos a sacar a mil de esos niños rápidamente. Por eso he estado trabajando desde el momento en que esta crisis comenzó para tratar de encontrar alojamiento adicional, para que los niños puedan vivir de manera segura», respondió el presidente.
En la conferencia de prensa, la pri