Las críticas
Dañaría actividades afectadas por la falta de turismo así como por la contención del consumo. Peluquerías, centros de estética, autoescuelas, academias, formación no reglada, comercios de souvenirs, decoración, repuestos de automóvil, talleres mecánicos, alquileres de bicis, bodegas, jugueterías, floristerías, actividades artísticas y literarias, entre otros. Todos se han movilizado para que el Ejecutivo elimine el criterio de actividad y se ajuste solo a la merma sufrida en esa actividad. Ahora se van a producir situaciones como que, por ejemplo, los negocios de alquiler de coches reciban cobertura, pero no los de bicicletas. O que se proteja al turismo, pero no a las empresas de venta de souvenirs, fuertemente lastradas por la sequía de turistas.
El filtro impuesto por Economía exige haber sufrido una caída mayor al 30% en la facturación, no haber registrado pérdidas en 2019, ni haber comenzado un proceso concursal y estar al corriente de sus pagos con el Fisco y la Seguridad Social. Requisito que está provocando que pymes y autónomos que tuvieron pérdidas simbólicas el año anterior a la pandemia, pero se siguen operativas en 2020 y 2021, queden también fuera de la red de ayudas. Una situación que ayer denunciaron las agencias de viajes, también excluidas de los fondos de Sánchez.
El malestar del mundo económico se pudo escuchar también ayer en el pleno del Congreso a través de las críticas unánimes de la oposición a la vicepresidenta Calviño, encargada de defender ayer el decreto de ayudas para su convalidación. En su intervención, la ministra abrió la puerta a ampliar a más sectores el acceso a estas ayudas y explicó que el filtro se hizo con el análisis de datos al cierre de febrero, pero que «la realidad es dinámica». «Cuentan con nuestra disposición para valorar la ampliación del listado a sectores que en el futuro puedan cumplir los requisitos establecidos», dijo. Y mostró su compromiso en mantener todas las ayudas, incluidas las ya desplegadas como los ERTE, durante todo el año «y todo el tiempo que sea necesario».
No consiguió, sin embargo, evitar un fuerte rapapolvo. Y lo que teóricamente tenía que haber sido la convalidación con consenso generalizado del esperado plan de ayudas se tornó en una cascada de críticas y reproches de los grupos a unos estímulos que «no llegan tarde, sino tardísimo», «son claramente insuficientes» y «dejan fuera a miles de empresas afectadas». El Gobierno logró así una convalidación agridulce del plan con el voto favorable de PSOE, Unidas Podemos y ERC; la abstención de PNV, PP y Ciudadanos, y el ‘no’ de Vox.
Todos los grupos están de acuerdo en dar ayudas directas a las empresas para no destruir el tejido productivo, la crítica llega por la exclusión de muchas empresas, que se quedarán fuera por no pertenecer a las actividades seleccionadas en el real decreto ley.
El Gobierno era consciente estos días atrás del malestar en los grupos