España ya debe al exterior el 200% de su PIB, récord histórico
La deuda externa bruta fue de 2,265 billones, 128.000 millones más que en 2019
España vuelve a encarar otra crisis elevando su dependencia del exterior. La deuda externa bruta de la economía nacional con el resto del mundo acabó 2020 en el 200% del Producto Interior Bruto (PIB), el 199,7% para ser más exactos y marcó un récord histórico tanto en términos absolutos como relativos: los pasivos ya suponen la imponente cifra de 2,265 billones de euros, esto es, 128.000 millones más que en 2019. Así lo publicó ayer el Banco de España en sus estadísticas de balanza de pagos y posición de inversión internacional, que también recogen que, descontando los activos con los que cuentan los españoles en el exterior, nuestro país tiene una deuda exterior neta del 84,4% del PIB, diez puntos más que en 2019, al alcanzar los 945.711 millones de euros, 19.648 más que en 2019. Ello supone su mayor ratio desde 2015.
El aumento del peso de la deuda externa neta y sobre todo bruta de España se debió por un lado a la fuerte contracción del PIB, que cayó un 11% en 2020, pero también al aumento de los pasivos. Al repasar las cifras, de los diez puntos de aumento de la deuda exterior neta, el 68% procede del incremento del pasivo de las administraciones públicas.
En total, considerando residentes y no residentes, el sector público elevó su deuda en 122.438 millones de euros en 2020. Según los últimos datos de la secretaría general del Tesoro, un 44% del pasivo público está en manos extranjeras. La deuda pública escaló en 2020 desde el 95,5% del PIB que cerró un año antes hasta el 120%, debido a las medidas de gasto que la Administración ha desplegado: desde el escudo social de los ERTE hasta el alza del gasto sanitario y educativo. Un proceso que ha venido ayudado por las compras del Banco Central Europeo (BCE), que se hizo con unos 120.000 millones de deuda española, lo que ha mantenido los intereses a raya.
Mientras tanto, el sector privado también ha interrumpido el proceso de desapalancamiento que había afrontado desde el estallido de la burbuja inmobiliaria: frente al 130% de deuda privada de hogares y empresas en 2019 –por debajo del 133% que marca la Comisión Europea–, en el tercer trimestre de 2020 se llegó al 143,2% del PIB. Curiosamente, mientras los hogares han reducido su deuda ha bajado hasta el 61,2% del PIB, las empresas, golpeadas por la crisis, la han aumentado desde el 61,2% del tercer trimestre de 2019 hasta el 82,1%.
De esta forma, España ha interrumpido un lustro de reducción de