Virtuoso
ñez’ pero con la voz de Matías Prats en un Nodo. España comenzó a moverse mucho, con un punto nervioso, todos desmarcándose al ‘espacio’, e incluso alguno al no-espacio.
Pero en el 64 se produjo un momento para recordar: Luis Enrique hizo debutar a Pedri y Bryan Gil, dos jugadores entusiasmantes que regatean, que se van del otro.
Luis Enrique hizo más aún, y lo metió todo en el campo con Thiago y Oyarzabal. Esa línea de cuatro entre Rodri y Morata la llenó de clase pura.
El juego buscó mucho a Gil, decidido y verticalísimo, y una jugada por allí de Gayá fue un primer aviso de gol.
Le faltaba a España un punto de pausa, de rumia de la jugada, oponer al cinismo berroqueño de los griegos un cinismo de la pelota, esa elasticidad flemática que daba Iniesta y que se esperaría de Pedri o Thiago.
Alguna acción entre Pedri y Bryan Gil desplazaba el interés más allá del partido, hacia el futuro. Aunque l as cosas no terminaban de salir, daba lo mismo porque se estaba invirtiendo. Era muy audaz lo de Luis Enrique, apostar por una selección tan joven y talentosa. Bryan Gil es una flecha zurda que recuerda al extremo Vicente.
Falta de profundidad
Grecia resistía y se reforzaba con los minutos. Se hacía granítica, parecía más veterana que España y se veía que los perfiles eran auténticamente griegos.Luis Enrique ha hecho algo que merece comentario. Cuando ya tenía un equipo joven, ha decidido rejuvenecerlo aun más. Es como si estuviera no terminara de reclutar su selección y aun tuviera la puerta abierta para últimas promesas. Como si supiese que la nave va a alguna parte y no quisiera dejar a nadie fuera de la generación. España fue inconsistente, le faltó orden en el ataque, peligro real, madurez, verosimilitud adulta, igual que antes en defensa con el penalti o alguna pérdida innecesaria. Pecado de juventud en un equipo que ilusiona.
Morata marcó tras un desmarque potente, un control con el pecho y un remate sin dejar caer la pelota
Suecia, 1 - Georgia, 0 4. Kosovo