Ya que la ciudad no puede ir a la Feria, se trae la Feria a la ciudad
CON la pandemia y las medidas para que no se extienda el virus estamos viendo las cosas más raras del mundo. Cuando está todavía en el aire que haya toros en Feria con los festejos anunciados en los carteles dados a conocer por la empresa Pagés, porque todo depende todavía de lo que diga la Consejería de Salud sobre las medidas anticovid en la plaza, sobre la otra Feria, la de las casetas, el paseo de carruajes, el rebujito y la calle del Infierno, no dicen nada las autoridades sanitarias y se está dando por hecho cuanto se anuncia que van a hacer para quitarnos el «mono» de riá, pitá.
Lo que más me sorprende es el concepto de cuanto el Ayuntamiento anuncia que va a organizar para esa semana del 19 al 24 de abril, con su miércoles de fiesta por medio incluido y todo. Hasta ahora y desde su fundación, la Feria era algo que se montaba y celebraba en el extrarradio de la ciudad, de puertas de la muralla afuera. Así ocurría en El Prado, que tuvo como primera portada una puerta de la ciudad: la Puerta Nueva o de San Fernando, que estaba al final de esta calle, ya en la esquina con La Pasarela, a la altura de donde hasta su cierre estuvo Oriza, antes Bar España. Y cuando El Prado se quedó chico, se buscó otro terreno en el extrarradio, fuera de la ciudad, en Los Remedios, entre el final de la calle Asunción y los terrenos industriales y aeronáuticos de Tablada.
Lo de este año tiene su gracia: como no hay Feria, ni casetas en Los Remedios, ni portada, el Ayuntamiento hace una especie de Feria intramuros, dentro de la ciudad. Ya que la ciudad no puede ir a la Feria, se trae la Feria a la ciudad. Será, por así decirlo, la primera Feria Intramuros que se celebre, con la invitación a que los bares se decoren como casetas y todo el centro sea el Real del festejo, especialmente la plaza de San Francisco y El Salvador, donde pondrán los palos del Corpus blancos y añil, pero con farolillos aparte de las salomónicas guirnaldas vegetales de toda la vida. Y en la plaza de San Francisco se montará el clásico «paraguas de luces» de los cruces de calles en el Real, vamos, como si la Avenida fuera la calle Juan Belmonte y Chicarreros, Chicuelo. Y toda esta iluminación de Feria se extenderá por la Avenida hasta la Puerta Jerez, con los gallardetes como de la película «Ivanhoe» que se hicieron para la boda de la Infanta Doña Elena y ahora se reutilizan con motivos eucarísticos en el Corpus y marianos en la Virgen de los Reyes. Ah, y el patio de la Casa Fabiola, donde el Museo Bellver, como caseta municipal, para bailar sevillanas.
¿Y las casetas? Pues serán los bares, a los que se anima que sean decorados con motivos de Feria. Verá usted lo que tardan La Guita y La Ina en repartir farolillos y cadenetas. Quieren que cada bar sea como una caseta. Ambiente de trastienda no va a faltar, seguro. Iremos de bar en bar como de caseta en caseta. Y mi pregunta perpleja y precautoria es: ¿y la Consejería de Salud no tiene nada que decir sobre las bullas de Feria Intramuros que se van a formar con todo esto?