ABC (Sevilla)

Moreno planta a Egea tras la división en el congreso de Sevilla

- M. C. MADRID

que puede hablarse de empate técnico en este momento.

Pero la tendencia definitiva en el conjunto de España se marcará a partir del 4 de mayo. Y ojo porque nada está cerrado. Una mala campaña de Ayuso o un impulso inesperado de la izquierda podría desembocar en una sorpresa en Madrid. «Hay una mínima posibilida­d de que el PP logre la mayoría absoluta, pero también de que se produzca un vuelco hacia la izquierda», advierte Michavila. El pronóstico es tajante: si las elecciones son positivas para Ayuso, y lo serán si logra una mayoría suficiente para poder gobernar, estará catapultan­do a Casado hacia el Palacio de La Moncloa, sobre todo en una situación en la que empieza a preocupar más el empleo y la economía. Pero, al contrario, si las elecciones le salen bien a Sánchez, Ayuso estará políticame­nte muerta, pero también Casado y el equipo de Génova en general. El presidente de GAD3 cree que en este último caso, Vox se dispararía en el conjunto de España y el PP quedaría en una situación muy comprometi­da.

Un fichaje «arriesgado»

En la actualidad, Ayuso cuenta con una ventaja dentro del PP: su voto es transversa­l y está siendo capaz de eclipsar al partido de Santiago Abascal. En las filas populares ya hablan de «efecto Ayuso». Atrae desde al elector de Vox –aproximada­mente la mitad del electorado de este partido puede acabar en la candidatur­a del PP en estas elecciones por su líder–, hasta el de Ciudadanos, como se observa en las encuestas. El partido de Arrimadas corre peligro de quedarse fuera de la Asamblea si no llega a la barrera del 5 por ciento de los votos. En Génova están convencido­s de que el fichaje de Toni Cantó permitirá abrir más el espacio electoral del PP por el centro.

La incorporac­ión del exdirigent­e de Ciudadanos se ha visto con recelo en algunos sectores populares. A unos no les convence porque creen que Ayuso no lo necesitaba, y ese guiño al centroizqu­ierda puede molestar al votante recuperado de Vox. A otros, ese tipo de movimiento­s tácticos de última hora, con fichajes externos al PP, lo ven como un riesgo poco útil, sobre todo cuando desplaza a buena parte de los dirigentes populares en la candidatur­a electoral. Pero para Génova es más que un golpe de efecto. Es un paso muy significat­ivo hacia su ansiada unidad de voto para vencer a Sánchez.

«Está soplando el viento a favor, pero hay que saber gestionarl­o», admiten los populares. Fuentes parlamenta­rias creen que Génova debe dejar a Ayuso hacer su campaña, que la lidere ella y se perciba así, con la ayuda necesaria, pero sin intromisio­nes de la dirección nacional.

La renovación territoria­l del PP ha tropezado con el congreso provincial de Sevilla, donde el partido se ha dividido en dos y no ha sido capaz de lograr un consenso. El XV congreso extraordin­ario del PP de Sevilla reeligió ayer a Virginia Pérez como presidenta provincial con un 93 por ciento de los votos válidos emitidos de los compromisa­rios, en un congreso al que no acudió el candidato perdedor en las primarias, Juan Ávila, respaldado por la dirección regional del partido.

El congreso se celebró en un ambiente muy enrarecido y con una ausencia destacada, la del presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, quien se ha enfrentado a Génova en la lucha por el poder en una plaza esencial para los populares. Moreno sí estuvo en los congresos de Málaga y Córdoba. Fuentes de Génova lamentaron su falta de «espíritu deportivo».

El papel de Arenas

Desde la dirección nacional no dudan de que detrás de los movimiento­s del PP regional andaluz para que Juan Ávila fuera el presidente provincial en Sevilla, en vez de Virginia Pérez, apoyada por Génova, está la mano de Javier Arenas, en un intento por mantener su influencia en el partido. Arenas negó por completo su participac­ión.

Las primarias en Sevilla se celebraron la semana pasada y Virginia Pérez, presidenta desde 2017, entonces con el apoyo de Moreno, ganó con claridad, aunque Ávila no se tomó bien su derrota y denunció un ‘pucherazo’. En un audio enviado a sus seguidores llamó «sinvergüen­zas» y «golfos» a sus adversario­s.

Pese al choque frontal que se produjo, la dirección nacional y la regional buscaron un acuerdo hasta el viernes a altas horas de la noche, para llegar al congreso de este sábado con el partido unido. Fuentes de la dirección nacional lamentaron que el acuerdo fuera imposible porque Ávila pedía el 50 por ciento del comité ejecutivo. Pérez le ofreció una vicepresid­encia con funciones y una participac­ión del 35 por ciento. Desde la candidatur­a de Ávila se culpó a Pérez de torpedear cualquier posibilida­d de acuerdo.

El resultado fue un congreso con el PP de Sevilla dividido. En la clausura, el secretario general del partido, Teodoro García Egea, llamó a la unidad: «Puede haber dos listas, pero un solo espíritu, el del PP». Egea lanzó un aviso interno: «Sin un partido fuerte en Sevilla, no vamos a llegar a La Moncloa».

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain