«No descartamos despidos forzosos»
El banquero sostiene que se jubilará en Caixabank y asegura que dormirá totalmente tranquilo con el FROB dentro del consejo de administración
No tiene tiempo para estar cansado, dice, pese a haber pasado seis meses de actividad frenética. José Ignacio Goirigolzarri (Bilbao, 1954) deja atrás Bankia como uno de los banqueros más prestigiosos para asumir la presidencia del nuevo Caixabank. Un reto gigante, de 630.000 millones en activos y 51.000 empleados; casi nada. Pero es humilde, no mide este salto como alcanzar la cima. Una nueva etapa que inicia a toda máquina. Por lo pronto, en la torre Kio de Madrid ya ha desaparecido el logo de Bankia para dejar paso a la estrella de Caixabank.
—Antes hubo contactos con Banco Sabadell. ¿Por qué no fructificaron?
— Distinguiría dos tipos de contactos: los de charlar y hablar con competidores, ver cómo se ve el futuro, y los contactos serios. Serios solo hemos tenido con Caixabank. El resto los pongo en relaciones de buena vecindad; intentar compartir cómo se ve el futuro, pero de ahí a hablar de contactos serios hay un abismo.
—Con Sabadell partían de una posición de mayor ‘igualdad’, por el tamaño. Con Caixabank no era así e imagino que no es igual ser el absorbente que el absorbido.
— Sí, pero uno no tiene que pensar las cosas en esos términos. Hay que pensar en un proyecto futuro desde la perspectiva de los accionistas, los equipos, los clientes y del músculo del proyecto para apoyar a la sociedad, las familias y las empresas. El consejo de Bankia, que se reunió varias veces antes de la operación, tenía la obligación de analizar las dinámicas del sector y de consolidación, y cuál podía ser el rol de Bankia; el consejo siempre ha tenido dentro de sus preferencias a Caixabank por una razón importante: nos parece un socio perfecto.
—¿El reparto de poder ha sido equitativo?
— Sí, creo que lo ha sido. Cuando uno analiza el conjunto de la organización definida, tiene un enorme mérito porque es la primera vez en mi vida que he visto que en el ‘closing’ de la operación prácticamente todas las personas de la nueva Caixabank saben dónde van a ir. Eso es un esfuerzo por parte de las personas de organización y recursos humanos notable. Se han definido los 400 puestos más relevantes. Cuando uno analiza el conjunto, personalmente me parece que es un reparto razonable, acorde con el tamaño y circunstancias de las dos entidades. Dicho esto, no voy a hablar más al respecto. Mirando al futuro tenemos que conseguir olvidarnos de los orígenes. El pasado lo llevamos en el corazón pero es fundamental mirar al futuro y pensar en un proyecto común. Mirar al futuro es mirar en términos de meritocracia y es fundamental que seamos un grupo fuerte y unido que no tenga sus diferencias en las entidades de origen sino que tenga su vocación, voluntad y anhelos en un futuro muy meritocrático.
—¿Le habría gustado incorporar a José Sevilla, su númeroo dos en Ban-Bankia?
— Sin ninguna duda.. Cuando me incorporé a Bankia nos incorpora-mos cuatro. Estabann
Pepe Sevilla, Amaliaa Blanco y Antonio Ortega, hemos pasado unos años fenomenales. Pero la vida tiene etapas y cuando uno termina una etapa tienes momentos vitales diferentes, y tienes que tomar decisiones, y han tomado la decisión de no continuar. En lo personal lo siento muchísimo, y en lo profesional también lo siento porque seguro que habría aportado (Sevilla) de manera importante al nuevo proyecto. Dicho esto, tenemos que entender las decisiones y respetarlas. Me da pena que no siga, pero lo entiendo.
—¿Cuándo llegará su jubilación? ¿Se jubilará en Caixabank?
— Sí, seguro.
—¿En qué plazo?
— He empezado hace horas, y todavía no porque aún no soy ni presidente. Estoy hipercomprometido con el proyecto,yecto, e ilusion ilusionado. Siempre a disposiciónsición de la confianza co que depositen en mí los accionistas y el consejo. Si depositan esa es confianza y piensan que q puedo aportar, me tienen ti a la orden. Cuando d piensen que no aporto o me retiren la confianza, me voy a casa encantado.
—El ajuste de empleo. Número no va a decirme, pero... ¿7.000 sería una cifra razonable?
— Esa es una pregunta trampa que no voy a responder.
—Pero será un ajuste importante.
— Será el necesario. Nosotros vamos a entrar en contacto con los representantes de los trabajadores y nuestra obligación es que los primeros en conocer cuáles son los planteamientos sean ellos. Sería una falta de tacto muy relevante empezar a utilizar cifras; una falta de tacto en la que no vamos a caer.
—¿Cómo esperan que sean las negociaciones?
— No es la primera negociación con sindicatos que tenemos. Vamos con el espíritu de siempre: la aspiración de llegar a un acuerdo mayoritario; un acuerdo en el cual, dentro de las posibilidades, sea del mayor porcentaje de voluntariedad y con criterios meritocráticos, el santo y seña de este proyecto. La conclusión será la de siempre: que tras un proceso de negociación hemos llegado a acuerdos satisfactorios para las dos partes. Y seguro que en este caso encontraremos la salida al acuerdo.
—Entiendo que no descarta despidos forzosos.
— No. Nuestra voluntad es que, dentro de la medida de lo posible, la gran mayoría sean bajas basadas en la voluntariedad. Lo que ocurra al final dependerá de las negociaciones y la evolución de los momentos.
—Me viene a la cabeza una frase que dijo Sánchez sobre que no dormiría tranquilo con Pablo Iglesias en el Gobierno. Trasladando la frase a su caso, ¿se siente cómodo con el FROB en el consejo de administración, con una silla ocupada por una ex secretaria general de Industria con Zapatero? — La respuesta es sí. El FROB tiene derecho a un consejero dominical. El FROB no tenía consejero en Bankia
«Contactos serios solo hemos tenido con Caixabank. El resto los pongo en relaciones de buena vecindad»
«Me habría gustado que se incorporara José Sevilla, pero entiendo y respeto que no siga»