LA INCOHERENCIA DEL PP EN SEVILLA
El congreso provincial del PP de Sevilla ha terminado como el rosario de la aurora. El enfrentamiento abierto entre Génova y el aparato regional ha derivado en un cruce de denuncias de pucherazo, con el partido roto en dos mitades y con Virginia Pérez, la mujer que redujo al PP a la irrelevancia en la provincia en las últimas generales, en las que obtuvo cien mil votos menos que en los anteriores comicios, de nuevo como presidenta provincial. Resulta inexplicable que gente seria como Zoido o José Luis Sanz, que denostaban a la presidenta por sus turbios manejos, la apoyen ahora. Más raro aún es que los que la auparon a la presidencia, como Javier Arenas, Juan Ávila o Beltrán Pérez, la descalifiquen esta vez por sus arbitrariedades y su incoherencia. Más extraño es todavía que en plena crisis por la pandemia, el Partido Popular de Sevilla entre en esta indecente batalla de cargos, ajena a las preocupaciones reales de los ciudadanos. Pero lo que entra en el terreno de lo incomprensible es que desde el PP nacional se organice un desafío al Gobierno del Cambio en Andalucía, uno de los principales activos de los populares. Pablo Casado no será una alternativa real de poder en España sin el apoyo al cien por cien de Sevilla y de Andalucía. Los errores orgánicos que haya podido cometer Juanma Moreno no pueden resolverse con este espectáculo descarnado de ambiciones personales. Ahora que, según la última encuesta de GAD3, el PP se consolida en Andalucía en el Gobierno de la Junta llegan éstos a llenar de zozobra el camino recorrido. Cuerpo a tierra que vienen los nuestros.