ABC (Sevilla)

Albert Rivera

-

ABC. «El PSC había traicionad­o al centro-izquierda y había que regenerar la política. En Cataluña tenía recorrido un partido socialdemó­crata. Ahora, quizás, lo que deberían hacer es replegarse», añade, con la perspectiv­a del paso de 16 años.

El periodista y escritor Arcadi Espada fue uno de los 15 intelectua­les. «La idea de Cs, el manifiesto y su desarrollo siguen más vigentes que nunca. Pero las personas que lo llevan y llevaron a término, no. Rivera cometió un gravísimo error: no pactar con Pedro Sánchez en 2019. Es una cana

Activismo Antonio Robles (arriba, a la derecha) y Antonio Roig, desde el mundo asociativo, enlazaron el movimiento no nacionalis­ta con el partido. Aparecen fotografia­dos en el CCCB, que acogió en 2005 el primer gran acto que daría lugar a Ciudadanos

Fue presidente de Ciudadanos desde su fundación, en 2006, hasta 2019, fecha en la que dimitió por el mal resultado electoral llada echar la culpa a Arrimadas. Pero si quiere cerrar el partido, que es lo que parece, viendo lo de Murcia, que lo haga con dignidad», señala Espada.

En esta línea se expresa Lluís Maria Todó, escritor, traductor y profesor universita­rio, que participó en el acto del 21 de junio de 2005 en el CCCB: «Los motivos que llevaron a fundar Cs siguen más vigentes que nunca. Les apoyé, tenían mi simpatía, pero luego defraudaro­n. Una pena, el nacionalis­mo es dañino y el PSC sigue a lo suyo».

Félix Pérez Romera, también de los 15 intelectua­les, incide en la necesidad de que exista una formación política que defienda los valores reflejados en los manifiesto­s de 2005 y 2006, pero no ve útil, ya, a Cs: «Seguimos en la casilla de salida y es necesario un nuevo partido. Cs no puede reconducir­se, los errores son muy grandes. Y su existencia será un lastre para cualquier intento de solución».

En la misma línea que Pérez Romera se expresa Antonio Robles, que fue el primer secretario general de Cs y diputado autonómico: «No necesitamo­s una réplica de un PP más pijo y de gente guapa para dividir el centro-derecha, sino un proyecto de centro-izquierda que ame su país y combata a la izquierda reaccionar­ia».

Definición ideológica

Aunque en el acto del CCCB no participó, el abogado penalista Javier Melero sí fue uno de los primeros 2.305 firmantes del manifiesto. Su opinión sigue una línea similar a la de estos últimos: «Dudo mucho de que Cs sea todavía un partido útil. Ha cometido muchos errores tácticos y estratégic­os». Y añade: «No solo no es útil sino que ha contribuid­o a que estemos peor. Hace falta un partido moderado y centrista, que no dependa de los vaivenes populistas o nacionalis­tas».

Ramón de España, periodista y escritor, y Pedro Antonio Heras, profesor universita­rio jubilado, recuerdan el nacimiento de Cs y el acto del CCCB, en el que participar­on, con melancolía. «El nacimiento de Cs era lo más razonable. El camino a recorrer era el del centro-izquierda, al ver que el PSC estaba atrapado en el nacionalis­mo» y «lo de Rivera y Arrimadas es típico de chicos jóvenes que no tienen principios», opinan, respectiva­mente.

El asunto de la definición ideológica fue, desde el inicio, uno de los mayores quebradero­s de cabeza. Las tensiones entre los intelectua­les nunca se resolviero­n. Sin embargo, para Espada era una cuestión sencilla: «No se trataba de elegir entre izquierda o derecha, sino, tomando las palabras de Giovanni Sartori, elegir entre lo correcto y lo incorrecto». El partido hizo encaje de bolillos e incluyó una doble referencia ideológica al «socialismo democrátic­o» y el «liberalism­o progresist­a». Pero en 2017 se modificaro­n los estatutos y se viró a la derecha. Objetivo: desbancar al PP. El partido dejó de girar alrededor de los valores fundaciona­les. Cs se expandió –desde 2014–, salió ‘por España’ y, a la vez, se consolidó como proyecto político. Atrás quedaron los fracasos electorale­s de 2008 (Rivera fue cabeza de lista de Cs en las generales), las municipale­s (2007 y 2011) y las europeas de 2009; y nadie recordaba ya el ‘match ball’ en las elecciones autonómica­s de 2010 (tres diputados) y la consolidac­ión catalana de 2012 (nueve diputados).

Antonio Roig participó en el acto del CCCB. En 2005 ya llevaba años bregando en el asociacion­ismo cívico catalán. Se desenganch­ó de Cs en 2009, pero hoy sigue viéndolo como el partido principal que se opone al nacionalis­mo. Eso sí, cree que «hoy nos haría falta otra reunión de taxidermis­tas, tal vez no ya para redirigir la política catalana, sino para hacer lo propio con España entera».

 ?? EFE ??
EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain