Unanimidad en los juristas frente a la «barbaridad» de la ‘patada en la puerta’
La Policía advierte de que no ha dado instrucciones de que se actúe así
«Una barbaridad», «un ataque a los derechos más elementales», «un abuso incomprensible», «un error». Son algunas de las expresiones vertidas por distintos juristas consultados por ABC ante la posibilidad de que la necesidad de impedir una fiesta o una reunión social de las restringidas en aras de la prevención del coronavirus pueda implicar que la Policía entre por la fuerza en un domicilio privado.
La reflexión es fruto de dos sucesos con amplia repercusión social que han tenido ya su reflejo en decisiones de los tribunales y que sucedieron las noches del 21 y el 22 de marzo en Madrid. El más conocido fue el primero, en la calle Lagasca, cuando la Policía tiró con un ariete la puerta abajo de un domicilio en el que estaban reunidas de madrugada 14 personas. Se negaban a dejar pasar a los agentes sin una orden judicial, tal y como inmortalizó una joven en un vídeo que se hizo viral. En el segundo caso, también interrumpieron la fiesta aunque el acceso lo fue vulnerando la cerradura.
Detenciones
En ambos, además de proponer sanciones administrativas por vulneración de los protocolos Covid se produjeron detenciones por desobediencia a la autoridad y si bien en uno de ellos el juez de guardia negó que hubiera una detención ilegal amparando así el despliegue policial, en otro ni siquiera la Fiscalía acusaba y fue archivado. No había delito flagrante que justificase una intervención de esa magnitud. «Esta es de esas cuestiones en las que los juristas estamos de acuerdo y hay casi unanimidad. Es una barbaridad porque para entrar en un domicilio solo hay tres circunstancias: tener el permiso de la persona que allí reside, contar con autorización judicial o una situación de emergencia que lo permita por necesidad, como un incendio. Quitando estas tres circunstancias no se puede entrar en una casa, salvo que haya un delito flagrante», comenta a ABC el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Valencia, Andrés Boix.
En la Policía, mientras tanto, se insiste en que no hay una sola orden en la que se indique, ni siquiera sugiera, la utilización de la ‘patada en la puerta’ como forma de responder ante episodios como los de las viviendas.