Los cambios
para aprobar la mayoría de las propuestas legislativas. En este caso, los demócratas usaron una artimaña legislativa que permite aprobar el plan dentro de un proceso presupuestario llamado ‘reconciliación’.
Ahora Biden lo tendrá más difícil. La oposición de los republicanos, a pesar de que las inversiones en infraestructuras son populares entre su electorado, es un hecho. En primer lugar, porque miran con desconfianza los grandes planes de gasto. Y, sobre todo, porque la idea de Biden y de los demócratas es de financiarlo con una subida masiva de impuestos. La mayor, se calcula, desde 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.
Biden, bajo la presión de las corrientes izquierdistas de su partido, defendió en campaña una subida de impuestos a las rentas altas y a las grandes empresas. Entre sus planes está aumentar el impuesto de sociedades –su antecesor, Donald Trump, lo bajó al 21% en su reforma fiscal de 2017 y ahora busca subirlo a entre el 25% y el 28%–, conseguir que las multinacio
La diplomacia estadounidense asegura que el régimen castrista tiene infiltradas Venezuela y Nicaragua por medio de sus servicios de inteligencia, que «capacitaron y apoyaron a otras organizaciones en el uso de tácticas represivas y abusos de derechos humanos y, en ocasiones, participaron directamente en los abusos». «Por ejemplo, los miembros de las fuerzas de seguridad cubanas estaban integrados en los servicios de seguridad e inteligencia del régimen de Maduro en Venezuela y fueron fundamentales para transformar la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela (Dgcim) de una pequeña organización centrada en amenazas externas a una organización mucho más grande centrada en vigilar a los venezolanos y reprimir la disidencia».
El informe lo elaboró el departamento de Estado durante los últimos meses de la Administración de Donald Trump, pero lo ha acabado y presentado la de Joe Biden. En algunos puntos, como el de Venezuela, el actual Gobierno de EE.UU. mantiene intacta la postura del anterior. En otros hay cambios. Es el caso de Israel y los territorios palestinos, a los que el informe vuelve a referirse como ‘ocupados’. El equipo de Trump borró el adjetivo de sus informes todos los años en que este fue presidente.
Genocidio chino
La diplomacia norteamericana afirma además que China es culpable de «genocidio y crímenes de lesa humanidad contra los uigures predominantemente musulmanes y otros grupos minoritarios étnicos y religiosos en [la provincia de] Xinjiang». Según el informe del departamento de Estado, estos crímenes incluyen la detención arbitraria y otras privaciones graves de la libertad de más de un millón de civiles. También menciona la esterilización obligatoria; los abortos forzados; violación; tortura, y la imposición de restricciones draconianas a la libertad de religión o creencias, la libertad de expresión y la libertad de movimiento. «Los funcionarios del gobierno y los servicios de seguridad a menudo cometieron abusos contra los derechos humanos con impunidad», añade. nales paguen más –el último año, solo un 8% de sus ganancias–, subir los impuestos a rentas mayores de 400.000 dólares y castigar a los estadounidenses que consiguen su patrimonio por herencia o inversión.
«Quiero cambiar el paradigma», dijo Biden el jueves pasado, en su primera rueda de prensa. «Quiero empezar a
Los tributos que quiere incrementar Pretende que Sociedades pase del 21% al 25 o 28%, y que las multinacionales y los ricos paguen más
El presidente busca mejorar la cobertura médica y las deducciones fiscales por hijos y maternidad
recompensar al trabajo, no solo la riqueza».
La oposición de los republicanos será frontal. «Mi consejo a esta Administración es: si quieres hacer un plan de infraestructuras, hagamos un plan de infraestructuras», dijo Mitch McConnell, el líder republicano en la cámara alta. «No convirtamos esto en un esfuerzo enorme para subir los impuestos a los individuos y a las empresas».
Biden ya ha decidido que obrará sin el apoyo de los republicanos, una intención que olvidó tan pronto como llegó a la Casa Blanca. «Mis colegas republicanos tienen que decidir si quieren o no que trabajemos juntos», dijo en la misma rueda de prensa. «Yo voy a seguir hacia adelante».