Just Eat: «El sector tampoco era rentable con autónomos»
Con la ley ‘rider’ la compañía no descarta que algunos competidores abandonen España
xandre Haggai. Ambos están respaldada por Óscar Salazar (cofundador de Uber). Para elegir cada nueva apertura, la marca analiza la demanda de comida a domicilio, la existencia de competencia y el poder adquisitivo de cada barrio: cruzando parámetros, eligen ubicación. En estos momentos tienen cuatro cocinas en París, Niza, Burdeos y Barcelona. No obstante, esperan acabar el año con treinta locales, uno de ellos también en Madrid, y liderar el sector en nivel europeo.
Moratoria en Barcelona
Si uno vive cerca de una ‘dark kitchen’ podrá comprobar cómo en las aplicaciones de reparto de comida hay marcas que no corresponen a ningún restaurante a pie de calle. En ese caso, es posible que esa comida se prepare en una de estas cocinas, como ocurre en Travessa de Gràcia, donde decenas de trabajadores cocinan y empaquetan menús durante 12 horas al día. Con todo, este no es el único modelo de un sector que ha provocado las quejas de los vecinos en ciudades como Barcelona, donde el Ayuntamieno ha suspendido por un año la concesión de nuevas licencias. También hay otras ‘dark’ que permiten a distintos negocios compartir espacio y repartir gastos, como si se tratara de un ‘coworking gastronómico’.
La ley ‘rider’ cambiará las reglas del juego en el sector de la comida a domicilio. Estas empresas –Just Eat, Glovo, Deliveroo, Uber Eats...– están experimentando durante la pandemia un crecimiento en cuanto a los ingresos, aunque no en la rentabilidad. Más allá de los números, con la nueva ley las plataformas tendrán que tener contratados a los repartidores tres meses después de que se apruebe en Consejo de Ministros. Esto ha elevado las quejas desde Glovo, Deliveroo y Uber Eats, que tenían a sus repartidores en régimen de autónomos, y que alegan que tendrán que despedir para poder seguir adelante. Por el contrario, Just Eat siempre defendió la laboralidad de los repartidores. Así lo cuenta a ABC su director general en España, Patrik Bergareche.
—¿Se sienten ganadores con la ley ‘rider’?
— Creo que gana el sector y la sociedad porque había que resolver la inseguridad jurídica y el hecho de que se había relacionado la innovación en el ‘delivery’ con la precariedad laboral. La ley resuelve estos dos ámbitos marcando las normas del juego.
—Aun así, el que se tengaga que contra-contratar no tiene por qué ir li-gado a unas condicioness salariales buenas...
— Si la relación es preca- ria o no, lo será según lo o marque la legislación vi- gente y los convenios. No o somos las empresas las que ponemos las condiciones salariales, estas las pone el convenio. A medida que estos evolucionen nosotros los implantaremos. A las empresas les obligamos a cumplir con el marco regulatorio. Si no lo hacen es motivo suficiente para romper el contrato.
—Hace unos meses dijo que si obligaban a contratar a los repartidores algunos de sus competidores se irían de España. ¿Lo mantiene?
— El sector está muy vitaminado por los fondos de inversión. En el momento que estos fondos se den cuenta de que hay mercados donde hay una ley que hay que cumplir pues puede que se planteen si siguen en esos mercados. Es una posibilidad y no es nuevo. Antes había operadores que ya no están. —¿Cree que la ley le da una oportunidad para asentarse en municipios pequeños donde sus competidores no han penetrado mucho aún?
— Nosotros vamos a seguir con nuestratra estrategia. V Vamos a incorporar nuestrotro centro de a atención al cliente a España, p generando cientos de d puestos de trabajo, y seguiremos se contratando a repartidores. Nosotros vamos va a lo nuestro. Que los lo competidores tengan que q deshacer planes es cosa de ellos. Tenemos un plan de expansión a algunas ciudades, aunque ya lo estamos mucho en España.
—La rentabilidad es uno de los retos del sector, ¿cuándo se llegará a ella?
— Nosotros ya en 2019 fuimos rentables. Pero el sector tiene dos consideraciones a tener en cuenta. La primera es que formamos parte de la logística, que es una industria con márgenes muy estrechos. La segunda es que con esta llegada de tantos inversores se está primando conquistar la cuota de mercado y no la rentabilidad. Competimos con operadores que ofrecen en un mes un 80% de descuento. No estoy dispuesto a perder mucha cuota de mercado para ser rentable. Tendremos que buscar un equilibrio mejor para competir. Lo que me parece un poco deshonesto es que se echen en cara las condiciones laborales sobre la rentabilidad del sector. El modelo laboral no es excusa. Si quiere montar un negocio tiene que ajustarse al marco regulatorio. No vale montar un negocio y cuando llega el marco regulatorio decir ‘no me hagáis esto porque si no, no soy rentable’. No, mire, usted no era rentable con el modelo de autónomos.
—Los restaurantes se han quejado este año de las comisiones por pedido que cobran, un 30%. ¿Qué tiene que decir sobre ello?
— Hay que contextualizarlo al año de la pandemia. Cuando la comida a domicilio era un elemento adicional incremental al servicio en sala, los restauradores no sufrían tanto el impacto porque eran ventas incrementales. Con la pandemia, el ‘delivery’ se ha convertido en una parte muy importante de su negocio y se dan cuenta de que los costes fijos que soportan los tienen que imputar a este canal, cuando antes no era así. Ese es el problema. Somos la empresa de ‘delivery’ que menos cobra en promedio. Y si se calculan los costes y se trata al ‘delivery’ como una unidad independiente, el 30% no es tanto.
«Me parece un poco deshonesto que se echen en cara las condiciones laborales sobre la rentabilidad del sector»