Una ‘action painter’ en París
Amaranth Ehrenhalt (1928-2021) Aunque nació en el estado de New Jersey, casi toda su vida profesional la desarrolló en París
PERTENECIENTE a la segunda generación de la Escuela de Nueva York, Amarantah Ehrenhalt, parte de cuya vida transcurrió en París al igual que la de otros de sus compañeros de aventura, terminó por volver a Manhattan, donde su obra fue redescubierta por la galería, y donde el 16 de marzo ha fallecido a consecuencia del Covid, con 93 años recién cumplidos.
Natural de Newark, en el estado de New Jersey, frente a Nueva York, Amaranth Ehrenhalt estudió arte, primero en el museo de Filafelfia, y, luego, en la Barnes Foundation de la vecina Meryon. En Manhattan entró en contacto con De Kooning y Kline, entre otros, a los que trató en la mítica Cedar Tavern. También se la relacionó con artistas más jóvenes, como Ronald Bladen o Al Held.
Sustituyendo la Cedar Tavern por el Sélect, en el París de la década de los cincuenta, Amaranth Ehrenhalt frecuentó a compatriotas como Norman Bluhm, Sam Francis, Shirley Jaffe o Joan Mitchell, con los que expuso en alguna exposición colectiva, por ejemplo en Jean Fournier.
También fue amiga de Sonia Delaunay, Yves Klein, del austriaco Hundertwasser o del italiano Alberto Burri.
Su cuadro ‘Carmona’ (1957) es pintura de acción de gestualidad amplia, enmarañada, y poblada de ecos paisajísticos. De lo mismo nos hablan ‘ Grand Rapids’, ‘Orinoco’ o, ya metiéndose en lo ornitológico, ‘Alouette’.
No se sabe si ‘Carmona’ y otro lienzo de 1961, el titulado ‘Zamora’ surgieron, como parece probable, tras frecuentar nuestro país. Sin embargo, también tiene títulos de carácter más físico: ‘Jump’, ‘Splash’, ‘Go Through’… En esa etapa, de gran brillantez está claro su entronque con el expresionismo abstracto más energético, su deuda con el citado De Kooning, y su gusto por una gama de colores vibrantes.
Activa en el campo del tapiz, y vinculada a
Bagneux, en la banlieue de París, en los Hauts-de-Seine, ahí dejó la pintora un mural cerámico en la Cité Jacques Brel.
Tras celebrar, en 2007, una retrospectiva en su Maison des Arts, al año siguiente regresó a su patria, instalándose en Nueva York, donde estos últimos años su trabajo ha sido defendido por Anita Shapolsky, infatigable galerista especializada en el ‘action painting’, que también ha expuesto obras de Friedel Dzubas, de la escultora Claire Falkenstein (otra norteamericana muy activa en el París ‘fifties’), del peruano Szyszlo o la obra plástica de la ‘marchand’ Betty Parsons o del poeta Derek Walcott.
‘Jump in and Move Around’ se titula un magnífico cuadro de 1962 de la pintora, elogiado en su día por el poeta y crítico de arte John Ashbery. Ese mismo título le puso ella el año pasado a su retrospectiva en la citada sala.