ABC (Sevilla)

El CIS dibuja un empate artificial por una incoherenc­ia en el cálculo

Ayuso ganaría el 4-M, pero la izquierda sumaría mayoría con el sistema D’Hondt

- JUAN CASILLAS MADRID

en las anteriores elecciones. El candidato socialista sostiene su valoración en un rechazo bajo entre el resto de partidos. No tiene ninguna nota por debajo de 4. Gabilondo obtiene una nota de 7,1 entre sus propios votantes. Además, aprueba entre los de Más Madrid (5,9) y Unidas Podemos (5,5). Pero lo hace también entre los de Ciudadanos (5,3). Los del PP le dan un 4,6 y los de Vox, un 4.

La pugna en la izquierda está abierta, alimentánd­ose la idea de movilidad de voto entre las tres opciones. Pero entre ellas hay un claro damnificad­o en valoración: Pablo Iglesias. El líder de Unidas Podemos logra un 6,5 de valoración entre sus votantes, pero no logra aprobar ni entre los del PSOE (3,9) ni entre los de Más Madrid (4,5). Al margen de la baja nota que obtiene entre los del PP (1,5), Ciudadanos (1,8) y Vox (1,3).

La otra cara de la moneda es Mónica García. Obtiene un 7,1 entre sus votantes, pero además logra buena nota (6,5) entre los electores del PSOE y los de Unidas Podemos (6,8). Se observa que la valoración de García es mejor entre los electores de UP que el propio Iglesias. Y los del PSOE la valoran mejor a ella que los de Más Madrid a Gabilondo. Su nota media es más baja que la de Gabilondo por las notas más bajas que le otorgan PP (3,2), Ciudadanos (4,1) y Vox (3). Pero compite bien con el candidato del PSOE entre las candidatur­as de la izquierda.

Los electores de Cs

La valoración de Gabilondo entre el elector de Cs (5,3) avala en parte la estrategia de intentar pelear por ese votante que huye de las siglas a las que apoyó en 2019. Pero ese buen dato se encuentra con un problema fundamenta­l: Díaz Ayuso mejora esa valoración. Los electores de Cs le conceden un 6,5. La actual presidenta de la Comunidad de Madrid basa su crecimient­o en ello y en la buena valoración de los votantes de Vox (7,9).

De hecho, Ayuso obtiene mejor valoración entre los votantes de Cs que el propio Edmundo Bal, que se queda con un 5,3 y que Monasterio (7,4) entre los de Vox. A eso une la gran considerac­ión entre su electorado (8,4). Esto es lo relevante en su valoración, y no tanto una nota media muy condiciona­da por la baja nota que le otorgan los de PSOE (2,8), Más Madrid (2,3) y Unidas Podemos (2).

3 3 Esta vez no es la cocina del socialista José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigac­iones Sociológic­as (CIS), el perejil de todas las polémicas. El sondeo preelector­al de las elecciones autonómica­s del próximo 4 de mayo en la Comunidad de Madrid dibuja un empate entre la derecha y la izquierda que, sin embargo, no concuerda con las estimacion­es de voto que proyecta el organismo público.

Tezanos adjudica al PP 59 escaños y a Vox nueve (68 entre los dos), mientras otorga 38 al PSOE, veinte a Más Madrid y diez a Unidas Podemos (otros 68 entre las tres izquierdas). Sin embargo, el reparto de los escaños no coincide con la estimación de voto presentada por el CIS. La Comunidad de Madrid cuenta con circunscri­pción única, por lo que al aplicarse en ella el sistema D’Hondt el número de diputados es bastante proporcion­al y fácil de calcular entre todas las fuerzas que superen el cinco por ciento del voto –mínimo legal requerido para optar a obtener representa­ción en la Asamblea de Madrid–.

Así pues, tal y como explicaron ayer en Twitter diversos expertos demoscópic­os, con los porcentaje­s de voto publicados por el CIS no se daría una situación de empate, sino una victoria de la izquierda por setenta diputados frente a los 66 que sumarían el PP y Vox. La holgada victoria de Isabel Díaz Ayuso, de cumplirse el pronóstico del CIS, no sería suficiente para repetir Gobierno ante la debilidad de Vox y la desaparici­ón de Cs, que no lograría el mínimo indispensa­ble.

La cocina de Tezanos sitúa al PP en un 39,2 por ciento del voto, al PSOE en un 25,3, a Más Madrid en un 14,8, a Unidas Podemos en un 8,7, a Vox en un 5,4 y a Cs en un 4,4. Con estos datos, Cs quedaría fuera del reparto de escaños y, plasmando directamen­te ese porcentaje de voto a los diputados otorgados mediante la ley D’Hondt, el PP cosecharía 58 escaños, el PSOE 37, Más Madrid veintiuno, Podemos doce y Vox ocho. Es decir, la izquierda sumaría mayoría para desbancar al PP.

Los expertos demoscópic­os Paco Camas, Andrés Medina y José Pablo

Ferrándiz coinciden en ese diagnóstic­o. Este último, de Metroscopi­a, explica a ABC que su voluntad era alertar de «un error» sin evaluar «si había intenciona­lidad o no». Desde el equipo del candidato Ángel Gabilondo llevan días alertando de una situación de equilibrio para movilizar al electorado socialista y ayer mismo el candidato del PSOE apelaba a los votantes de Cs para deshacer ese «empate».

«Siempre defendemos la cocina electoral. Simplement­e decimos que con esa estimación los escaños no serían esos. Están mal calculados o la estimación o los escaños», insiste Ferrándiz, informa

Por su parte, el presidente del CIS garantizó ayer en la Ser, a raíz de esta polémica, que los cálculos son «honestos y objetivos» y que se han cruzado varios modelos distintos para la estimación de los escaños.

Otra de las críticas al sondeo de ayer reside en la ausencia de horquillas, como las que sí se utilizaron en el barómetro preelector­al de las elecciones catalanas. Tezanos, no obstante, tachó de «broma» emplearlas en esta ocasión porque a Cs, por ejemplo, unas décimas de voto le pueden llevar a pasar de cero a siete escaños. «Es una estimación, está todo muy abierto».

Víctor Ruiz de Almirón.

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