El Covid calienta el mercado andaluz de chalés y adosados
Uno de cada cinco compradores andaluces prefieren ya las casas a los pisos Los extranjeros copan el 11% de las compraventas
Un efecto colateral de la crisis sanitaria ha sido el cambio de tendencia en la demanda inmobiliaria, que cada vez se inclina más hacia las promociones de obra nueva y las viviendas unifamiliares. Tras la experiencia del largo confinamiento domiciliario, las preferencias por hogares con mayor superficie, buscando cubrir nuevas necesidades como el teletrabajo, respirar en espacios abiertos (terrazas y jardines) y blindarse ante posibles nuevos encierros obligatorios, están calando entre los compradores.
Así lo refleja claramente la última estadística publicada por el Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Inmuebles y Mercantiles de España, correspondiente al primer año de pandemia, un 2020 en el que el mercado residencial se ha contraído, aunque Andalucía ha seguido manteniendo una gran porción de la tarta generando el 20% de todas las compraventas de viviendas en España.
En concreto, el año pasado se registraron en la comunidad autónoma 83.566 operaciones, un 16,27% menos que en 2019. Este descenso está prácticamente en línea con la media nacional (-16,67%). El negocio inmobiliario regional se ha frenado durante la pandemia, con especial incidencia en
Once de cada cien viviendas vendidas en Andalucía durante el año 2020 pasaron a manos de extranjeros. El peso exacto de los propietarios foráneos es un 11,58%, según la estadística registral. El andaluz es el sexto mercado autonómico para los inversores de procedentes de otros países. Baleares, con casi un 30% de cuota, Valencia (23%) y Canarias (22,8%) encabezan este ranking. Las restricciones a la movilidad durante la pandemia han frenado el avance del mercado foráneo que alcanzó una cuota del 12,5% en 2019 e Andalucía.
Por provincias, destaca Málaga como tercer mercado en España más atractivo para el comprador de otra nacionalidad, con más del 28% de todas las compraventas. las ventas de vivienda usada que se desploma un 18,5%, el triple que las de obra nueva. Es otra de las tendencias que ha aflorado en el sector durante la crisis sanitaria: la decisión del comprador de estrenar el hogar y disfrutar del confort y las calidades que actualmente se asocian a las nuevas promociones residenciales.
Como dato novedoso, la estadística registral desvela el peso creciente de la vivienda unifamiliar en el mercado inmobiliario. Así, los chalés y adosados absorbieron el 21,48% de todas las compraventas en Andalucía durante 2020, mientras que la cuota de la vivienda colectiva (los pisos) se queda en un 78,52%. Ello supone que uno de cada cinco compradores ha preferido la casa unifamiliar. El peso de esta modalidad está en su máximo histórico y el de los pisos, en el mínimo.
La búsqueda de más espacio también se refleja en la radiografía inmobiliaria de 2020: las compraventas de casas de más de 80 metros cuadrados suben un 2% y por debajo de esa superficie media las operaciones se reducen.
El endeudamiento hipotecario por vivienda ha registrado una reducción del -1,20% en el cuarto trimestre del año a escala nacional, con un importe medio de 135.257 euros, «dando lugar a un cambio de tendencia con respecto a trimestres precedentes, en los que se venía produciendo un constante incremento de los importes medios», según destaca Registradores.
En el caso de Andalucía, la reducción es muy superior, y alcanza el -4,4% y 113.839 euros de crédito medio por comprador.
El teletrabajo, respirar en espacios abiertos y blindarse ante posibles nuevos confinamientos incentivan la demanda