Solo con el permiso del Ministerio de Sanidad
La Comunidad de Madrid se reunió hasta en tres ocasiones con intermediarios que negocian la producción y distribución de la vacuna rusa Sputnik V. Uno de estos encuentros tuvo lugar la tarde del pasado 11 de febrero en la sede de la Consejería de Sanidad en la calle Aduana. Estuvieron presentes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, el viceconsejero Antonio Zapatero, el jefe de gabinete del primero y un director general del departamento autonómico, según ha podido saber ABC. Por la otra parte, Pedro Mouriño, cónsul honorario de Rusia en Vigo y CEO de IberAtlantic, la empresa viguesa asociada al Fondo Ruso de Inversiones Directas, y que tiene encomendada la misión de buscar vías de negocio para intereses rusos en España y Portugal.
La Consejería de Sanidad de Madrid confirmó ayer a ABC la celebración de esta reunión y de otras dos más con representantes de la vacuna rusa «para explorar el mercado internacional y tener abiertas todas las posibilidades, siempre dentro del marco nacional de vacunación». «Es deber del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, explorar negociaciones ante la inoperancia del Gobierno», aseguraron.
«No se cerraron acuerdos»
Según el departamento que dirige Ruiz Escudero, «la intención era facilitar un preacuerdo de compra beneficioso para todo el Sistema Nacional de Salud en condiciones equitativas para todos los españoles». Durante esos encuentros, se limitaron a escuchar «de forma activa» la propuesta de los representantes del fármaco ruso, aunque no se llegó a cerrar ningún acuerdo. En esa búsqueda de soluciones, la Consejería de Sanidad de Madrid se ha interesado hasta la fecha solo por Sputnik. Según reconocieron ayer a ABC, por el momento no han mantenido conversación alguna sobre otras opciones en el mercado internacional, como la vacuna china Sinovac, un fármaco que tampoco cuenta con la autorización de la Agencia Europea del Medicamento.
Fuentes conocedoras de esos encuentros explicaron a ABC que los responsables de la Comunidad dejaron claro que cualquier operación de adquisición de viales estaba condicionada a que la Unión Europea la autorizara para su dispensación en territorio comunitario. En su opinión, la legislación española facultaría a una Comunidad Autónoma –en el ejercicio de sus competencias sanitarias– comprar vacunas al margen de los canales que emplee el Ministerio de Sanidad. Ruiz-Escudero y Zapatero se interesaron por las fechas en que las vacunas estarían disponibles una vez que la Agencia Europea del Medicamento diera luz verde a su comercialización. Mouriño, el intermediario, se comprometió a que, si Sputnik V pasa los controles europeos antes del verano, Madrid tendría a su disposición las vacunas en la fecha deseada. Al parecer, el viceconsejero Zapatero también transmitió su impresión de que la Sputnik V era la mejor vacuna disponible en la actualidad.
Esas mismas fuentes afirman que el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso tenía sobre la mesa una estrategia para inmunizar al 100% de los madrileños en el mes de septiembre, desbordando así la previsión del Ministerio de Sanidad de llegar al 70% de la población al final del verano.
La distribución de la vacuna rusa en Europa pasa necesariamente por la autorización de la Agencia Europea del Medicamento. Algunos países europeos como Hungría o Eslovaquia han autorizado su uso pero ha sido una decisión de país y de su propia agencia nacional del medicamento. Un territorio como la Comunidad de Madrid o cualquier autonomía no podría adquirirla por su cuenta. Necesitaría siempre una autorización de uso «para situaciones especiales de la Agencia Española del Medicamento», recuerda el Ministerio de Sanidad.
El interés de la Comunidad de Madrid por el medicamento ruso también está relacionado con la posibilidad de que la vacuna se fabrique en una farmacéutica española. IberAtlantic tiene cerrado un acuerdo con el laboratorio español Zendal, ubicado en Porriño (Pontevedra), para una eventual producción masiva de la vacuna rusa. Las fuentes consultadas hablan de una capacidad superior a los diez millones de dosis al mes.
La farmacéutica española produce desde febrero –junto con otras dos empresas en el continente– el antígeno necesario para la vacuna de la americana Novavax, pendiente también de autorización por parte de la EMA y de la que la UE ha comprado 200 millones de dosis. Zendal es el único laboratorio en nuestro país con la tecnología para la producción de vacunas. Mouriño garantizó que el cumplimiento del acuerdo con Novavax no alteraría la fabricación de la Sputnik, en el caso de que finalmente Madrid se interesara en su compra.
La vacuna rusa Sputnik V fue la primera del mundo en anun