Celaá bajó el nivel y ‘regaló’ el aprobado a más de 30.500 alumnos de Bachillerato
El curso pasado egresaron el 92,2% de los alumnos, 10,2% más que el anterior
La ministra de Educación, Isabel Celaá, celebraba hace pocos días en su cuenta de Twitter que España «es de los países que menos clases presenciales ha perdido por la pandemia, según la OCDE». Lo atribuyó a «los protocolos estrictos y el compromiso de toda la comunidad educativa» y dio las gracias por ello. Pero lo que la ministra no contó es la letra pequeña o la parte más amarga respecto a los datos de España del informe de la OCDE de donde emana la información de su tuit.
Se trata del informe «El estado de la educación en las escuelas: un año dentro de la pandemia de Covid», publicado recientemente y en el que han participado 30 de los 37 países de la OCDE.
En él, se advierte de que en España la tasa de graduados en Bachillerato en el curso 2019/2020, es decir, el del inicio de la pandemia respecto al curso anterior (2018/2019) es de las más altas de los países evaluados. Según datos del propio ministerio a los que ha accedido ABC el número de graduados en Bachillerato pasó de 241.855 alumnos a 272.386, es decir, 30.531 alumnos más han sido aprobados en el ‘curso pandémico’, lo que supone una tasa de crecimiento del 10,2 por ciento. En el curso 2019/2020 aprobaron el 92,2% de los alumnos, 8,6 puntos porcentuales más que en el curso anterior.
«Aumento significativo»
El informe de la OCDE deja constancia de que en España «como regla general, todos los alumnos promocionaron al siguiente nivel al final del pasado año académico» y que los resultados iniciales muestran que nuestro país ( junto con Chile, Hungría, Letonia, República Checa, Italia, Francia y Noruega) han tenido un «significativo aumento de la tasa de graduación», algo que no la parecido bien a la OCDE. «El hecho de que las tasas de titulación aumentaran el año pasado en España no es una buena señal. No indica que haya jóvenes más cualificados sino que se rebajaron los criterios de éxito», señala a ABC, Andreas Schleicher, el autor del informe de la OCDE y el ‘padre’ del famoso estudio PISA.
«Un suspenso puede deberse al niño o a la pandemia. Si asumo que es por la pandemia no puede ser por el niño. Conclusión: aprueban todos porque no es responsabilidad suya. Especialmente en Bachillerato», advierte Jesús García Laborda, decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Alcalá, que agrega que «hay que pensar que este año va a haber un mayor fracaso escolar en la Universidad. Hay un fraude educativo encubierto que va a dar problemas en el futuro de los egresados de la Universidad».
El plan del ministerio de aumentar los aprobados se plasmó en una polémica orden ministerial publicada en abril del año pasado en la que se dejaba claro que la titulación debía ser «la práctica habitual para los alumnos de 4º de la ESO y de 2º de Bachillerato y de FP, para lo cual las administraciones educativas adaptarán los criterios exigibles para obtenerla, pudiendo organizar pruebas extraordinarias de recuperación y titulación a las que podrán presentarse quienes así lo deseen».