Dosis de vértigo y adrenalina para los más aventureros
Sevilla y su provincia cuentan con una amplia ruta de rocódromos, espacios naturales y enclaves urbanos en los que practicar la escalada en familia o con amigos
Ejercicio físico, adrenalina a raudales, concentración máxima y una capacidad inventiva sin mirar hacia abajo. Son algunas de las cualidades que encierra la escalada, tanto al aire libre en entornos naturales o urbanos, así como en lugares adaptados para ello. Su práctica se ha convertido en una válvula de escape para los más aventureros, que, entre cuerdas y piedras que sobresalen, retan a la verticalidad de la pared con esfuerzo y valentía. Es la propuesta para pasar unas horas de diversión y de vértigo en la ciudad de Sevilla o en la provincia.
El mapa de la escalada es bastante amplio, aunque dispone de paradas obligadas en determinadas latitudes. Es el caso, por ejemplo, del Cerro del Hierro de la Sierra Norte de Sevilla. Se trata de uno de los epicentros de escalada a nivel andaluz. Este monumento de enorme valor geológico se localiza a solo cinco kilómetros de la localidad de San Nicolás del Puerto. En su punto más elevado alcanza una altura de 18 metros. Puede realizarse en diferentes niveles que van desde principiante a avanzado. Como atractivo extra se puede disfrutar de avistamientos de aves, como el búho real; o de las ruinas pedregosas de la sierra.
En el apartado de instalaciones, uno de los rocódromos mejor valorados es el de Rock and Wall Climbing, en el número 8 de la calle Labrador. Esta galaxia de piedras rojas, amarillas, azules y verdes está conformada por un circuito de paredes que buscan su techo por la vía no siempre más corta. Este espacio organiza competiciones, así como cursos, pruebas y escalada libre. Dispone además de un bar y de una tienda donde equiparse bien.
Otras opciones son el rocódromo de Arahal, el Balaitus de Montequinto o el polideportivo municipal de Tomares, a los que hay que sumar el Pako`s Gym de Dos Hermanas o el campus universitario de la Pablo de Olavide. En cuanto a espacios urbanos hay que destacar dos lugares en la capital. De un lado, las faldas del puente de Triana, donde se puede practicar la escalada al aire libre sin necesidad de coger el coche; y, sobre todo, los bajos del puente del Alamillo, en la Isla de la Cartuja. Esta zona es muy demandada por los amantes de esta práctica deportiva. De hecho, la parte inferior de la pasarela está equipada con presas de resina que permiten ascender hasta la cúspide. Completan la lista los parques multiaventuras de la provincia, como Las Graveras de San José de La Rinconada o Ribera del Cala de la Sierra Norte, entre otros.