Mirtha Legrand, la diva que dinamitó la relación entre Rocío Jurado y Antonio David
Le hizo a ‘la más grande’ la pregunta por la que su yerno la demandó por mil millones de pesetas
Para mostrarle su admiración a
(94 años), los argentinos la llaman ’la señora’; para mostrarle su cariño, ‘la Chiqui’. Ella siempre ha estado ahí: lleva desde 1968 en televisión haciendo el mismo programa de entrevistas alrededor de una mesa (eso sí, en distintas cadenas y con distinto título). Solo el Covid-19 le ha robado sus citas semanales con los espectadores: desde que estalló la pandemia, la ‘infuencer’ (39 años), su nieta, se ha hecho cargo de la conducción del programa. Los críticos han alabado su trabajo y la audiencia ha subido. Las malas lenguas aseguran que, lejos de alegrarse por ello, Mirtha vive encerrada en su mansión, macerada en envidia. «¡Me encantan los chismes mal contados!», declaró la nieta a propósito de comentarios sobre la ausencia de la diva, que ni siquiera ha participado en su propio programa por conexión telefónica. «Ella es re fan de su nieta, re fan, así que fueron buenas críticas de mi abuela. Ahora sigo yo, ¿te jode?», le espetó a una invitada que llegó a los postres con los rumores. En
tha Legrand Juana Viale
2019, durante la visita de los Reyes,
admiradora declarada de Mirtha, habría pedido a
esposa de por entonces presidente de Argentina, que la invitara para conocerla en persona. Legrand se mostró orgullosa y feliz ante ese honor, agradeciendo la invitación.
Pero la leyenda de Mirtha Legrand cruzó el océano hace ya 21 años, cuando acudió a su programa y habló de los (supuestos) malos tratos de a su hija
Esta entrevista no sólo le costó una millonaria demanda, que finalmente ganó (y cuyas costas todavía no han sido pagadas por el ex guardia civil), también fulminó la amistad con la presentadora, a la que no volvió a dirigir la palabra. «Esas confesiones las realicé después de que ella me contara los problemas que había tenido su hijo y sin que yo imaginara que iba a emitirlas. Mira por donde, salió todo lo de mi hija y nada de su hijo», confesó la Jurado a en septiembre de 2002. Otra versión apunta a que las declaraciones se hicieron durante una pausa para la publicidad, pero el programa se realizaba en directo y las palabras de Rocío se aprecian como parte de la charla durante la cena.
Durante cinco décadas, por el plató-restaurante de Mirtha han pasado los artistas españoles más internacionales, desde a o Una protagonista de otro ‘momentazo’ fue
a quien casi se le atragantan los
da, Beatriz Cortázar Raphael Penélope Cruz. toja,
canelones que le sirvieron en 1995: «¿Es ‘Marinero de luces’ un poco tu vida?», le preguntó Mirtha antes de dar paso a los acordes del tema de
El plano de la tonadillera masticando, tragando lo que le echaran, es digno de estudio por
Toda una vida José Luis PeCristina Soria.
Rosa María Juana y María Aurelia Paula nacieron el 23 de febrero de 1927 en Villa Cañas. Hijas de emigrantes andaluces, cambiaron sus nombres cuando su madre, profesora de escuela, las llevó a un representante artístico que tenía claro que no triunfarían con los apellidos Martínez Suárez. Echó una moneda al aire y así se decidió que Rosa María fuera Mirtha y María Paula, los nombres de sus secretarias. Más pequeña que su gemela, a la nueva Mirtha en casa la llamaban ‘Chiquita’ y a la nueva Silvia, ‘Goldie’, por sus rizos dorados. Silvia, también actriz, falleció en mayo del año pasado. Mirtha estuvo 25 años haciendo películas con mucho éxito (en 1953, vino a España para rodar la versión cinematográfica de la zarzuela ‘Doña Francisquita’, de pero decidió refugiarse en la pequeña pantalla, donde se convirtió en un icono. Viuda de director de cine de origen francés al que conoció en un rodaje tras anunciar su compromiso con quien ya le había regalado un anillo de diamantes, tiene dos hijos y tres nietos.
Daniel Tinayre, SilJulio Albar Díaz,