Celestino Mutis
Sevilla cuenta en su núcleo urbano con un total de doce parques, que suman una extensión de 2,5 millones de metros cuadrados. Estos espacios verdes forman a su vez parte de la riqueza patrimonial de la ciudad y de sus habitantes, como lugares de paseo, de práctica de deporte o de aislamiento en días de calor extremo. Sin embargo, su cuidado, o mejor dicho, su «cuidado específico» continúa siendo una asignatura pendiente en Sevilla, pese a los esfuerzos e inversiones municipales realizados en el último lustro. Un ejemplo son los 4,5 millones de euros destinados a mejorar el parque de María Luisa. «Quizás sea el momento que más se está gastando, pero los resultados no acompañan. Los parques de Sevilla continúan sufriendo una situación calamitosa. Más aún en este último año, donde han seguido los destrozos de los vándalos al convertirse en refugio de fiestas y botellonas clandestinas que lo dejan todo hecho un estercolero», expresó a ABC de Sevilla Joaquín Egea, portavoz de la Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa).
Hace unos días, el consejo de Adepa mantuvo un encuentro para chequear la situación de los parques de Sevilla y plantear soluciones en unas futuras jornadas públicas. «Con la pandemia no ha cambiado, más bien ha empeorado. Basta recordar las agresiones en la fuente de García Ramos de los Jardines de Murillo, la glorieta de Covadonga o las anteriores al monumento de Bécquer. Estamos continuamente gastando y reparando». Algo que, entre otras cosas, invita a reflexionar sobre el sistema de vigilancia. «No tiene sentido que se haga con un coche dando vueltas. Es inútil y un derroche contratar a una empresa privada para esto. Los parques de Europa ya están recurriendo a un modelo más moderno y efectivo, basado en drones y artefactos tecnológicos».
Una propuesta que, según Adepa, debe venir acompañada de otras medidas, como «endurecer las sanciones, que son ridículas»; y un cierre total de
«El estanque está asqueroso con el agua eutrofizada. Tiran pan y al final alimentan a la ratas»
«Hace meses plantaron árboles y los vecinos hemos tenido que regarlos. Aún así, se ha secado uno»