Críticas
Escrivá dijo que los temas más importantes que están tratando son la modificación de los coeficientes reductores de la jubilación anticipada, nuevos incentivos a la jubilación demorada, la modificación de las cláusulas de la jubilación forzosa y la flexibilización jubilación parcial.
El ministro subrayó que la jubilación «es un derecho, no una obligación» y reconoció que los incentivos para prorrogar la vida laboral no son conocidos por la población.
La mayoría de los grupos políticos presentes en el Pacto de Toledo, incluidos los socios del Gobierno, criticaron ayer al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José
Luis Escrivá, por la falta de transparencia sobre el diálogo que mantiene este departamento con la patronal y los sindicatos respecto al futuro de las pensiones y la contradicción de los datos que se filtran.
También le pidieron explicaciones sobre la reforma que el Ejecutivo presentará este mes a Bruselas y que debe contar con su aprobación para acceder a los planes de ayudas de la Unión Europea. El ministro negó que ese plan tenga sorpresas sobre lo acordado ya en el
Pacto de Toledo y que suponga un recorte de las pensiones. «¡Es falso!», repitió varias veces.
Por ejemplo, el portavoz del grupo popular, Tomás Cabezón, acusó al ministro de «mentir» y le pidió «certezas» y una reforma «integral, no a cachitos». Óscar Matute, de EH Bildu, reclamó que no se retrase la edad de jubilación porque muchos trabajadores «llegan arrastrándose». La portavoz socialista, Merce Perea, criticó que «algunos vecinos del Gobierno parecen más los vecinos del 5º».
Hasta los socios de Gobierno criticaron la falta de transparencia del ministro