En la redacción
El año del descontento racial ha provocado destituciones y dimisiones en grandes cabeceras mediáticas de Estados Unidos, y los relevos no cesan
Estaba todo atado y bien atado. Anna Wintour, la todopoderosa directora de la influyente revista ‘ Vogue’ y coordinadora editorial del grupo Condé Nast, había supervisado personalmente la elección de la que sería la nueva directora de ‘Teen Vogue’, una cabecera que cuando fue lanzada cubría moda y tendencias para adolescentes, pero que en 2016 aprovechó el auge del trumpismo para reencauzarse hacia temas de política y sociedad, cubiertos con irreverencia y una gran capacidad para viralizarse en redes sociales, que es algo que hoy importa mucho en las redacciones. ¿Quién mejor entonces para dirigir la revista que una jovencísima reportera que se fogueó en la atribulada campaña electoral de 2020 cubriendo a Joe Biden y en el camino amasó numerosas exclusivas y más de 100.000 seguidores en Twitter?
El fichaje de Alexi McCammond, nacida en 1994 en Chicago, permitía además que la dirección de ‘Teen Vogue’ siguiera en manos de una persona afroamericana, tras la exitosa gestión de la periodista Lindsay Peoples Wagner, que acababa de ser contratada por la influyente página web de moda ‘ The Cut’, afiliada a la revista ‘New York Magazine’.
Más exigencias
Tras el intenso año de protesta racial que Estados Unidos dejaba atrás, crecían las exigencias de una mayor diversidad de género y raza entre los rangos de los editores en la práctica totalidad de las redacciones de medios de comunicación norteamericanos, especialmente en una gran ciudad como Nueva York. Presentada en 2003, ‘Teen Vogue’ pasó a ser una publicación solo digital en 2017, y en su último número impreso llevó a Hillary Clinton a la portada.
A nadie se le escapaba tras su nombramiento que la joven McCammond, procedente de un innovador medio digital como es ‘Axios’, había sido reconocida en 2019 como la «periodista emergente del año» por la Asociación Nacional de Periodistas de Raza Negra. Era una apuesta segura.
Wintour, que no suele dejar nada al azar, dijo al anunciar a la nueva directora de ‘Teen Vogue’ el 5 de marzo: «Alexi tiene una poderosa curiosidad y una confianza que encarna lo mejor de nuestra próxima generación de líderes. Su interés por la moda, el bienestar y temas importantes para los lectores de ‘Teen Vogue’, y sus contactos con líderes empresariales, cargos electos, fotógrafos y cineastas no tiene rival, y estoy muy contenta de que aporte su experiencia y talento a nuestro equipo». Semejantes halagos de Wintour, que si suele pecar de algo es de ahorrarse adjetivos, eran un respaldo inapelable y en cierto modo necesario, pues McCammond acababa de ser personaje secundario en un escándalo reciente en la Casa Blanca.
En la larga campaña electoral de 2020, la prometedora periodista McCammond había trabado relación con un portavoz de Joe Biden, un joven de nombre T.J. Ducklo que tras el triunfo electoral del demócrata fue nombrado subsecretario de prensa de la Casa Blanca. Todo un puestazo. Enamorada, McCammond hizo lo que debía y le pidió a su empleador, ‘Axios’, no escribir sobre el presidente Biden para evitar conflicto de intereses, algo sin duda amargo, tras dedicar tantas horas a su campaña electoral.
Sin embargo, otra periodista, Tara Palmieri, de la revista ‘Politico’, se enteró de esa relación sentimental en los concurridos tendidos del cotilleo político de Washington y, saltándose la norma del ‘perro no come perro’, decidió publicar una nota sobre las relaciones de la prometedora periodista y el portavoz de Biden. Ducklo, el novio, que además recibe tratamiento por cáncer de pulmón, atendió a la periodista por teléfono, pero perdió los papeles, gritando y amenazándola con todo tipo de improperios, que fueron debidamente filtrados. En cuestión de días, él estaba en la calle, y Wintour fichaba a su pareja. Final agridulce, de momento.
El fichaje se hizo público un viernes. El lunes siguiente, varios empleados de ‘Teen Vogue’, incendiados por la elección de una joven de 27 años sin experiencia en edición de revistas, comenzaron a circular viejos mensajes que ella había publicado en redes sociales con alusiones supuestamente racistas, contra los asiáticos. En varios sitios web, confidenciales y similares, se sucedieron los titulares escandalosos: «La nueva directora de ‘Teen Vogue’, criticada por viejos tuits racistas»; «Los empleados de ‘Teen Vogue’ rechazan a su nueva directora por sus tuits contra los asiáticos»; «Tuits contra los asiáticos de 2011 vuelven a ver la luz después de que ‘Teen Vogue’ fiche nueva directora».