El metro y medio de distancia acaba con la temporada taurina de Sevilla
La empresa Pagés suspendió ayer las corridas previstas tras conocer que tendría que cumplir con la norma de distanciamiento entre espectadores
Otro año sin corridas en Sevilla. Segunda primavera consecutiva en la que un toro no asomará por la puerta de chiqueros de la Real Maestranza. Una decisión que no por esperada es menos sentida. La temporada taurina hispalense nació prácticamente sin esperanza de vida y los peores presagios se confirmaron en la noche de ayer: la imposición del cincuenta por ciento del aforo, frente a la norma del metro y medio entre espectadores, hace imposible su celebración.
Los desencuentros entre la empresa Pagés y la Junta de Andalucía, más que evidentes en el últimos mes, provocaron un controvertido desenlace a escasos dos días del comienzo de la temporada. Mientras que la gestora de la Plaza de Toros de Sevilla mostraba su indignación por un aforo que hacía «deficitario» el espectáculo, el Gobierno regional se escudaba en que era esa una norma estatal «igual para todos y de obligado cumplimiento».
Aunque el tiempo apremiaba, ninguna de las dos partes tendía puentes para el entendimiento común. De hecho, la primera y única reunión que han mantenido desde que se presentaran los carteles, o al menos informado, fue en la tarde-noche de ayer para oficializar la suspensión: «Miembros del Gobierno andaluz y de la empresa Pagés han mantenido una reunión hoy para abordar la situación sanitaria que afecta a la celebración del ciclo continuado de corridas de toros que está programado a partir del domingo en el coso hispalense. Ambas partes se han comprometido a seguir dialogando y explorar las vías posibles que puedan redundar en favor de la Fiesta», informaban desde el Gobierno regional en un comunicado.
A la par llegaba una nota remitida por la empresa de la calle Adriano que esgrimía que «ante las medidas sanitarias exigidas por el Gobierno de la Nación (Ley 2/2021) y su aplicación por parte de la Junta de Andalucía, los festejos previstos en Sevilla quedan suspendidos». Pasadas las 22 horas del 15 de abril llegaba el primer acuerdo entre ambas partes: el único culpable de esta situación, según daba a entender la nota, era el Gobierno de la Nación.
A continuación la empresa Pagés agradecía «el apoyo de toda la afición y la excelente acogida que han tenido nuestros carteles», comunicando que trabajará «con la intención de ofrecer a todos los aficionados una gran feria de San Miguel, recuperando en la medida de lo posible los festejos que quedan suspendidos ahora». «La fecha de devolución del importe de abonos y entradas se anunciará debidamente la próxima semana».
Una tarde delirante
Horas antes de este anuncio la incertidumbre entre los aficionados y los profesionales del sector era máxima: el balón botaba de tejado en tejado y ninguno lo atrapaba. Nadie quería hacerse cargo de la responsabilidad de suspender, por segundo año consecutivo, la temporada taurina de Sevilla: Pagés pedía una flexibilización del aforo a la Junta de Andalucía y ésta, a su vez, recurría a Sanidad para que le concretara las posibles salidas que tuviera esa ambigua norma.
Una alternativa para prescindir de la imposición del metro y medio entre espectadores que sí se está ejecutando en Extremadura y en Castilla-La Mancha, pero que el Ejecutivo andaluz no ha interpretado de igual manera, y por eso recurrió al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (el temor del sector del toro es que esta restrictiva norma se extienda al resto de ferias). Y de ahí continuó la expedición hasta caer en la tarde de ayer en manos de la Comisión de Salud Pública.
Y la respuesta a primera hora de la tarde de ayer de la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, no fue demasiado halagüeña, emplazando a «comisiones posteriores» la decisión final sobre la limitación de 1,5 metros espectáculos públicos. Porque cabe recordar que no es ésta una norma exclusiva para las plazas de toros, sino que engloba a
Primera reunión entre la Junta y Pagés «Ante las medidas exigidas por el Gobierno de la Nación, los festejos quedan suspendidos»
El festejo ya estaba suspendido Superadas las 72 horas de antelación a la hora prevista del festejo la Junta debía haber resuelto su autorización
todo el sector cultural: salas de conciertos, cines, teatros, etcétera.
Y cuando Jesús Aguirre fue a comunicarse con los medios, la feria taurina de Sevilla ya estaba burocráticamente suspendida: se habían superado las 72 horas de antelación a la hora prevista para la celebración del festejo sin que la Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla hubiera resuelto su autorización. Tal y como dice el reglamento: el silencio es igual a resolución negativa.
Aún así, el consejero de Salud salió a explicar sus impresiones tras la reunión telemática en la Comisión de Salud Pública, señalando que «Sevilla está en un nivel 3 de alerta sanitaria, lo que supone un aforo de un 40 por ciento, siempre que vaya acompañado del artículo 14 del BOE (cumplir con el metro y medio entre espectadores)».