Solo la música
FLAMENCO & CLASSICA
Tanta belleza hay contenida en esta revisión de la relación entre el flamenco y la música clásica del guitarrista José Luis Montón que la obra que ha originado se expande como un significado huidizo de delicada clasificación. Es alto y popular. Elevado, aunque cualquiera lo alcance. Hermoso y amplio como para encontrar la tristeza de Chopin con un compás por alegrías y el ‘Ave María’ de Schubert con la voz de Miguel Poveda. Todo alumbra en esta relación de la que han sacado provecho, antes que el músico catalán, iconos como Manolo Sanlúcar, Paco de Lucía y Riqueni, por mencionar tan solo a los más contemporáneos.
La Tremendita piropea a Sevilla valiéndose de un fragmento de la ‘Iberia’ de Albéniz. Una cantante lírica de origen salmantino, Sheila Blanco, interpreta a Brahms en la ‘Danza húngara nº5’ y Rocío Márquez pone verbo al ‘Adagio de Albinoni’. Lo jondo aporta el sentido rítmico y lo clásico armonía. Pitingo, María Toledo, Sandra Carrasco, Juan Carlos Aracil y Roko se aparecen por entre los pentagramas y van creando una armazón donde solo importa la música, más afortunados unos que otros. No hay gargantas especialmente rotas por estos surcos, algo que nos hubiese aportado otro vértice, otra estética alejada de la delicadeza que sirve de ungüento al producto final. Lo nuevo de Montón, aún así, rezuma una nostalgia bien entendida. La tocata tiene cuerpo de bulería. Bach, acento onubense. Las idas y las vueltas se refieren a los siglos y los territorios quedan agolpados en un mismo espacio. Lo que podría ser de culto, extrañamente, se envuelve aquí para que haga acopio la multitud.