El plan del PSOE: bajar impuestos en Cataluña y subirlos en la Comunidad de Madrid
PERSEGUIR A MADRID
La campaña electoral en Madrid comienza con la duda de si Isabel Díaz Ayuso podrá gobernar en solitario. Estos comicios estarán marcados por el choque del Gobierno de España con el ejecutivo autonómico. El acoso financiero, los cuestionamientos públicos y las zancadillas sanitarias han conformado los últimos veinte meses de hostigamiento de Pedro Sánchez a la baronesa popular. El objetivo es impedir que la región central sea el gran escaparate de las políticas del PP y contentar a los independentistas catalanes de los que depende en el Congreso.
La izquierda ganó hace seis años el poder en la Comunidad Valenciana gracias a los tribunales, harta de llevar veinte años perdiendo en las urnas. Se valió de los casos de corrupción, media docena de ellos reales e infames, donde los magistrados han puesto las cosas en su sitio y a los chorizos en la cárcel. Junto a los casos ciertos, contados, se inventaron una veintena de supuestas tramas delictivas que han sido desmontadas en los juicios posteriores. Pero sirvieron para que la derecha perdiera las elecciones, con la colaboración de algún fiscal ambicioso y ansioso de hacer carrera con las honras ajenas (por cierto que lo consiguió). Con Madrid se intentó lo mismo, pero como no dio resultado ahora se busca el descrédito con la gestión del Covid y la persecución financiera, impidiendo una política fiscal distintiva y cerrándole las inversiones gubernamentales y los fondos europeos. Caciquismo y juego sucio, en definitiva, a costa del ciudadano medio.