Transformación en Sevilla
—ProSevillaPort agrupa a 50 compañías radicadas en el Puerto y trata de promocionarlo para atraer inversiones. Sus doscientas empresas emplean de manera directa e indirecta a unas 23.000 personas y facturan conjuntamente más de 1.100 millones de euros, el 3% del PIB de la provincia de Sevilla y el 1 por ciento de la de Andalucía. —Esos números revelan la importancia del Puerto para Sevilla. La autoridad portuaria me pidió que aceptara presidir esta asociación y yo acepté hacerlo por dos años. A mi edad no puedo poner plazos más largos. El Puerto es una de las actividades más importantes de Sevilla y debe serlo más. En nuestra asociación hay cincuenta empresas y queremos crecer. Si logramos que funcione se unirán. El objetivo es promocionar el puerto de Sevilla y canalizar con la autoridad portuaria los problemas de infraestructura que podamos detectar.
—¿Qué problemas de infraestructura o de otro tipo ha detectado?
—El Puerto tiene muchos metros cuadrados disponibles y un gran potencial. Solo se han urbanizado unas 12 hectáreas de la zona franca y hay otras 72 hectáreas libres donde se pueden montar fábricas o centros logísticos. Queremos que el puerto crezca y hace falta que urbanicemos, que haya electricidad y que se arregle como la Zona Franca, en la que ya no hay más terreno disponible.
—¿La Zona Franca ha funcionado como se esperaba?
—La Zona Franca no tiene la consistencia deseada porque no es atractiva fiscalmente. Si te vas al Puerto de Barcelona o el Puerto de Vigo te dan muchos más incentivos para que montes la industria allí. Algo está fallando.
—¿El qué?
—Ha sido un poco de todo. El Estado debería darle fuerza a esto apoyando el puerto. Se hizo un primer presupuesto de 500.000 euros y después de que se agotara no ha habido más incentivos.
Es cierto que nos han rebajado el IBI un 20 por ciento pero nos están cobrando casi como si estuviéramos en un solar de Sevilla cuando en el puerto de Bilbao, por ejemplo, las empresas que se instalen están exentas de pagar IBI.
—¿Explica eso que las empresas se instalen allí en lugar de aquí?
—Creo que el IBI que pagamos las empresas es un argumento disuasorio para captar nuevas industrias, que van donde tienen mejores condiciones, como es lógico. Hay muchos impuestos y tasas que pueden inclinar la balanza.
—¿El Puerto de Sevilla no compite en igualdad de condiciones con el de Bilbao?
—En las últimas negociaciones entre el Gobierno central y el PNV para aprobar los Presupuestos Generales del Estado se aprobó un descuento del 30 por ciento en las tasas estatales sobre manipulación y ocupación de mercancías en el puerto de Bilbao. Es un incentivo importante para que las empresas se instalen allí y no en Sevilla, donde no existe ese descuento. No se puede competir así con Bilbao, a cuyo puerto el Gobierno baja las tasas. Las industrias hacen sus cuentas y van donde más le conviene. Los políticos deben cambiar el chip para que todos compitamos en igualdad de condiciones. Quiero hacer misiones comerciales en Italia y Francia para atraer empresas al puerto de Sevilla pero soportamos ese hándicap. Tenemos terreno pero nuestras condiciones fiscales son peores.
—¿Qué tipo de industrias cree que podría acoger el Puerto en esas 72 hectáreas disponibles?
—Hay muchas posibilidades. En Canarias hicieron una base para reparar barcos porque había muchos faeneros italianos pescando en aguas de Mauritania que tenían que irse a Italia a hacer revisiones y arreglos. Y desde entonces van todos a Canarias. Somos el puerto de la última milla y eso nos da ventajas logísticas. En Andalucía siempre ha querido atraer a la industria pesada y la siderurgia, pero ésta siempre se ha ido a Barcelona y Bilbao porque no se le han dado buenas condiciones, como expuse antes. Creo que aquí podrían instalarse industrias del sector agroalimentario. Por ejemplo, para la transformación de la almendra o el tomate.
—¿Se podría rentabilizar mejor nuestra privilegiada posición en el sector agropecuario?
—A todos los productos agropecuarios andaluces se les puede dar mucho valor añadido pero lo que ocurre es que no se transforma aquí sino fuera de Andalucía. Y lo que tenemos que conseguir es que se transforme aquí. Tenemos excelentes productos pero debemos darle aquí el valor añadido para que la riqueza y el empleo que genera su transformación no se vayan.
I√ ndustria y logística «El Puerto de Sevilla es de última milla, tiene mucho potencial y sólo se han urbanizado 12 hectáreas. Quedan 72 libres para crecer»
«En Canarias hicieron una base para reparar barcos y todos los italianos los arreglan ahora allí»
«Tenemos grandes productos agropecuarios pero debemos darles el valor añadido para crear aquí la riqueza y empleo que ahora se van fuera»
—Lo somos en el mundo. Con la almendra se tenía la idea equivocada de dejar para su cultivo los terrenos malos. Nosotros empezamos hace diez años, cuando teníamos naranja y melocotón y hemos arrancado mucho y lo hemos puesto en plan industrial. Y producimos casi lo mismo que California, primer productor del mundo que marca también los precios. Los americanos no se lo podían creer y han venido a visitarnos para ver cómo lo habíamos logrado. Y la calidad de la almendra en Sevilla es mayor que la de California. Tenemos un mercado muy importante. De momento hemos abierto una planta para quitarle la capota a la almendra y lo que nos falta es la planta para partirla y transformarla por completo.
—¿Y hay alguna empresa en Andalucía que lo haga?
—Sí, y ese es el modelo que habría que seguir para que lo que se produzca aquí se transforme aquí. Somos punteros a nivel mundial en el sector de la aceitu