Un napolitano afincado en Sevilla
Augusto Jannone llegó a Sevilla con apenas 20 años, tras concluir sus estudios en la Politécnica Comercial de Nápoles, la ciudad donde nació, y desde entonces ha trabajado en la empresa de maderas que fundó en 1938 su padre, Armando Jannone, en el barrio de Triana, donde tiene una plaza con su nombre. Augusto tomó las riendas de na y tenemos que transformar el producto, hacer todo el proceso, y facilitar la creación de industrias de transformación. Por propia experiencia, puedo decirlo. Yo no soy industrial sino comerciante. He producido y vendido y he visto que el mayor valor añadido no se queda en Andalucía.
—¿La pandemia es un buen momento para afrontar estas inversiones?
—Sí. Lo que espero es que se pueda ayudar y simplificar las cosas y costes. Cuando presentas un proyecto para crear algo, te ponen mil peros y trabas.
—¿Los fondos europeos de reconstrucción podrían servir para impulsar estas empresas en Andalucía?
—Sí. Aunque casi nos conformaríamos con que el Estado bajara los impuestos a todos. Queremos atraer al Puerto son la compañía en la década de los 70 y como presidente de Grupo Jannone ha ampliado sus actividades a la comercialización y distribución de grandes tuberías y a los sectores inmobiliario y agrícola. Además de su actividad empresarial, Jannone es presidente de la Cámara Italiana en Sevilla y de ProSevillaPort (Asociación Empresarial para la Promoción del Puerto de Sevilla). inversores industriales, no especuladores que generen mano de obra local.
—Uno de los problemas es la falta de mano de obra especializada, por ejemplo, soldadores.
—Sí, hacen falta soldadores. Cuando teníamos los astilleros Elcano había una escuela de formación que se perdió y no ha habido un recambio en los sistemas educativos. Intentamos que esto pueda cambiar y se incluya en los planes de estudio. Y otro problema que tenemos en España, en general, es el coste de la energía. Soportamos la energía más cara de Europa y casi la primera pregunta qué hace un industrial antes de instalarse en algún sitio es cuánto le costará la energía. La energía eléctrica tendría que bajar, igual que los impuestos. Espero que con el hidrógeno esto cambie. En Andalucía se están haciendo muchas cosas en este campo.
—¿Por qué cree que Sevilla sigue viviendo, en general, de espaldas al Puerto?
—Porque sigue siendo un gran desconocido. Creo que lo mismo que la isla de la Cartuja se incorporó a Sevilla cuando quitaron las vías del tren, debería pasar con el Puerto. Ni siquiera hay autobuses municipales que lleguen allí. Parece que no esté en la ciudad y trabajamos muchas personas. Málaga se esforzó por integrar su puerto en la ciudad y lo ha conseguido. Quizá debemos seguir ese camino. Yo también incluiría una parada en el Puerto en los autobuses turísticos porque también es un atractivo de la ciudad, como lo es en todas las ciudades portuarias.