Vuelta al riesgo extremo tras subir la incidencia a 259
nas, siendo Pfizer el principal suministrador, con 660 millones. Estos contratos incluyen acuerdos con dos vacunas en proceso de ensayo y aprobación, las de Curevac y Sanofi.
Los Estados miembros deben adecuar sus planes al flujo de vacunas. Este es el condicionante principal. Los parones por motivos técnicos, científicos o políticos explican los cambios en el orden lógico de vacunar a grupos de mayor a menor edad y que haya personas de 69 a 66 años esperando la vacuna mientras otros más jóvenes ya la han recibido.
La vacunación contra el Covid va a entrar ahora en una fase crítica. Se sigue a la espera del estudio de los posibles efectos adversos de la vacuna de Janssen, como ya ocurrió con las de AstraZeneca. Los informes preliminares indican que los raros casos de trombos asociados a déficit plaquetario detectados en personas vacunadas se dan sobre todo en mujeres menores de 55 años. Esto ya hizo cambiar la indicación de la administración de la vacuna de AstraZeneca y se concluyó que sin ser contraindicada para otras edades se utilizara solo para la vacunación de mayores de 60 años. Lo mismo puede ocurrir con las de Janssen, que a priori estaban indicadas para el grupo de 66 a 69 años.
De los cambios en la estrategia de la UE, que ya acordó esta semana incrementar la compra de viales de Pfizer, depende la continuidad y fluidez del plan de vacunación, que en Andalucía afrontará en dos semanas la inmunización del grupo de prioridad 9: población general entre 55 y 46 años (1,4 millones de personas). Por el momento no se ha definido qué tipo de vacuna se utiliza
Andalucía volvió ayer al riesgo extremo por coronavirus tras subir su incidencia acumulada (IA) por encima de 250 casos por cada cien mil habitantes. La comunidad anotó 259. Además, se sumaron 2.182 contagios. La cifra no solo es más baja que la registrada el viernes, también es inferior a la que se dio el mismo día de la semana pasada. Eso no impide que la incidencia suba aunque lo sigue haciendo, como el resto de los parámetros, muy lentamente.
En parte esa reducción de la velocidad se debe a la vacunación. No en vano, ya hay 589.046 personas completamente inmunes al coronavirus tras recibir las dos dosis de la vacuna. Son el 7 por ciento de la población andaluza. A eso hay que sumar quienes tienen solo una inyección y por lo tanto algo de protección. Son algo más de un millón de personas, es decir, el 12 por ciento de los andaluces. Y si, además, se le suma quienes han pasado la enfermedad y generado anticuerpos, que son 440.891 personas, es decir, el 5,2 por ciento, el total de personas en Andalucía que pueden esquivar al Covid-19 son el 24,2 por ciento del censo.
Esa cifra está muy lejos aún del 70 por ciento de inmunizados necesarios para llegar a la inmunidad de grupo pero ya va aliviando, a tenor de los números, la situación de la pandemia.
Sin embargo, hay un efecto que juega en contra: el efecto de la relajación de las restricciones y el mayor número de encuentros sociales que se dieron durante la Semana Santa. Es por esa semana —y las anteriores— que la incidencia y los contagios crecen ahora y superan los 2.000 diarios.
Sin embargo, solo basta echar la mirada atrás y observar qué paso con la Navidad, una situación muy similar. Entonces, fiesta y encuentros sumados a menos medidas para el control de la pandemia supusieron llegar a casi 8.000 contagios diarios de Covid-19 en Andalucía, seis veces menos que ahora.
Donde mejor se observa por ahora la bajada de la incidencia de la pandemia es en los muertos. Ayer se sumaron seis fallecidos. En los hospitales también se nota una estabilización de los ingresados. Así, tras sumar tres días con los mismos pacientes por coronavirus, este sábado han crecido hasta los 1.498, solo doce más que ayer. Y en la UCI la situación es mejor aún: hay cuatro pacientes menos que hace 24 horas: 291.