Castigos a Madrid y premios a Cataluña
La región central será la tercera en cuanto a recepción de inversión pública con 1.250 millones, apenas un 10 por ciento del total tras un alza del 0,24 por ciento
solo un mes después se convocarían unas elecciones anticipadas que le han sorprendido con el pie cambiado precisamente por esa estrategia sanchista de castigo a Madrid.
El convencimiento socialista de que hay que subir los impuestos en la comunidad central es tal que, pese a los esfuerzos de Gabilondo por disimularlo, esta semana, en plena precampaña, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recuperó su ofensiva fiscal y anunció la creación de un grupo de expertos para elevar los impuestos de Patrimonio y Sucesiones el próximo mes de enero. Un movimiento buscado por el Gobierno desde hace meses pero convertido en promesa para ERC en noviembre, como peaje por su apoyo a los Presupuestos.
No fue la única afrenta que las nuevas cuentas lanzaron a Madrid. La inversión pública territorializable quedó prácticamente congelada con un ascenso del 0,24 por ciento hasta 1.250 millones para toda la región. La misma partida, sin embargo, creció un 50 por ciento para Cataluña hasta los 1.999 millones. Tras este reparto, la región central se coloca la tercera en cuanto a inversión pública, recibiendo un 10 por ciento del total, frente al 16,5 por ciento que irá a Cataluña y el 17,1 por
El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el alcalde de la capital, José Luis MartínezAlmeida, y el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo ciento que recibirá Andalucía. Y la Generalitat aún recibirá 200 millones más este año en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional. Analizando la inversión por habitante, las cifras aún revelan mayor castigo para la región de Díaz Ayuso. Sánchez reparte 188,3 euros por cada madrileño, frente a 262,5 euros por cada catalán, 232,7 por cada valenciano y 255 por cada andaluz, aunque las regiones que más dinero recibirán por habitante este año serán Melilla (622,80), Murcia (418,70), Cantabria (401,10), Extremadura (388,70) y Aragón (382,20).
Al margen de las cuentas, hay otros repartos en los que se repite el patrón del castigo a Madrid. El Gobierno ha adjudicado a esta región el 13 por ciento de los fondos REACT-UE frente al 17 por ciento destinado a Cataluña para la que ha aprobado, además, una inyección extra de 422 millones. La diferencia es todavía mayor cuando se trata de distribuir el fondo de ayuda a las empresas del que Moncloa entrega a la Generalitat un 30 por ciento más que a la Puerta del Sol.
No obstante, y aunque el económico ha sido un pilar fundamental del castigo de Sánchez a Madrid, la estrategia de asfixia a Díaz Ayuso también ha encontrado puntos de apoyo en el plano político, sanitario e incluso social, convirtiendo a los madrileños en víctimas colaterales de la ofensiva.
La presidenta madrileña nunca se lo ha puesto fácil al jefe del Gobierno pero el plan de acoso y derribo de éste comenzó el día en que ella llegó a la Puerta del Sol. Han pasado 20 meses desde aquel 19 de agosto de 2019 y Díaz Ayuso nunca ha sido convocada a una reunión oficial en Moncloa. A su predecesor, Ángel Garrido, solo le costó seis meses recibir una atención que está prácticamente estandarizada para los presidentes autonómicos. En su estrategia, el jefe del Gobierno no respeta protocolos de cortesía ni se ablanda con las circunstancias más difíciles. Ya puede caer Filomena, que el fuego arrase bosques enteros o que la DANA cause estragos en la región. El líder socialista no se deja ver visitando la Comunidad, como sí lo ha hecho cuando Baleares, Cataluña, Murcia, Valencia, Andalucía o Canarias se han visto golpeadas por episodios similares. El que tuvieran que pasar ocho meses de pandemia antes de que Sánchez se acercara a un hospital madrileño, y que lo hiciera el día en que Díaz Ayuso estaba fuera de la región deja poco que añadir.
Fue precisamente la pandemia lo que disparó abiertamente las hostilidades entre la presidenta madrileña y el jefe del Gobierno.
...y congelaciones a otros