La EMA ya se encuentra en Moscú para analizar la vacuna Sputnik V
La visita constituye una etapa esencial de cara a autorizar el uso del suero en Europa
Los expertos de l a Agencia Europa del Medicamento (EMA) están en Moscú –no se sabe desde cuándo–, efectuando las comprobaciones sobre la vacuna Sputnik V. Así lo aseguraron ayer la agencia rusa ‘ Interfax’ y la publicación alemana ‘Frankfurter Rundschau’ en una i nformación muy escueta y cogida con pinzas. Ambas publicaciones no aportaron ningún detalle, salvo que los técnicos de la EMA «están visit ando centros médicos». Se desconoce los plazos, l a agenda, la composición de la delegación, etcétera. Ninguna otra publicación rusa informó ayer sobre el asunto. En el Centro Gamaleya, l os creadores de la vacuna, no confirman ni desmienten la información.
La visita se esperaba en la capital rusa desde hacía tiempo, ya que
El Gobierno prorrogó ayer la cuarentena obligatoria de 10 días para pasajeros que provengan de Brasil, Perú y Colombia, así como de nueve países de África.
constituye una etapa esencial de cara a autorizar el uso de la vacuna rusa en l os países de l a Unión Europea. A finales de marzo, el responsable del departamento de Amenazas Sanitarias y Estrategia de Vacunación de l a EMA, Marco Cavaleri, anunci ó que el r egulador europeo enviaría una delegación a Moscú en abril. El diario ‘Financial Times’ también confirmó ese viaje.
Según el diario r uso RBK, la EMA se propone efectuar en el Centro Gamaleya dos tipos de controles: el primero consistiría en comprobar que los productores de medicamentos que quieran ser admit i dos en el mercado de l a UE observan las prácticas de fabricación adecuadas y l os estándares de calidad requeridos para su homologación.
Control ético
El segundo tipo de inspección tendría un contenido «ético», ya que se trataría de verificar que se han respetado los derechos, seguridad y bienestar de los participantes en l os ensayos clínicos y constatar que l os datos obtenidos durante estas pruebas son fiables. A este respecto, según informaciones difundidas por la agencia Reuters en diciembre, f uncionarios rusos y militares involucrados en los ensayos clínicos no eran realmente voluntarios.