Con el deber de levantarse cuando hay tanto en juego
El Coosur Betis visita al Estudiantes, del que lo separa sólo una victoria en la tabla
Sin tiempo para relamerse las heridas, sólo el justo y necesario para reanimarse y corregir los gruesos defectos que lo desampararon en el revés contra el UCAM Murcia, el Coosur Betis hace de nuevo las maletas y sale a la carretera dirección Madrid para medirse al Movistar Estudiantes, rival directo en la zona baja. En el WiZink Center se le presenta la oportunidad de resarcirse de la pobre actuación registrada el pasado jueves y tiene el deber de levantarse y presentar las credenciales competitivas que le han dado mucho vuelo en algunos de los últimos partidos, verbigracia el pasado fin de semana en San Sebastián, ante el Acunsa GBC, al que arrolló.
Pendular en su rendimiento, intermitente a veces hasta el extremo, el equipo verdiblanco pasó por encima de los guipuzcoanos y cinco días después se vio impotente ante un bloque mucho más aguerrido defensivamente como el UCAM Murcia, que lo sacó de la pista entre las postrimerías del segundo cuarto y el inicio del tercero. Después ya no hubo partido.
Entre la mejor versión del Coosur Betis y la peor transcurrieron solamente cinco días y dos encuentros que demostraron dónde están los límites del plantel de Joan Plaza, que debe encontrar el término medio, un punto de equilibrio. Al UCAM Murcia no pudo hincarle el diente, pero con el Estudiantes, un rival directo en el maratón por la permanencia en la Liga Endesa, la película debería ser completamente diferente. Más le vale que sea así. Porque otra actuación de ese perfil, por decepcionante, no se la puede permitir el conjunto verdiblanco, que suma ocho victorias y se encuentra a tiro de piedra del Movistar Estudiantes, que reúne nueve.
Hace seis meses que ambos equipos se vieron las caras por primera vez esta temporada (victoria por 80-81 de los visitantes con un final polémico por falta no señalada sobre Borg en la última jugada), pero es como si hubiese pasado un siglo porque los dos han evolucionado, cambiado jugadores e incluso a sus técnicos. A Javier Zamora lo relevó hace un puñado de jornadas Jota Cuspinera, con quien el Estudiantes ha logrado cuatro victorias y mejorado un poquito su competitividad, como demostró esta misma semana en el Buesa Arena ante el Baskonia (96-92). Lleva tres derrotas seguidas, suma un partido más que el Betis (30) y, por tanto, seguro que se exprimirá hoy para apuntarse en su cancha el décimo triunfo del curso, ganándole al Betis el duelo particular, y plantarse en la orilla de la permanencia.
Por todos estos condicionantes, bien haría la tropa de Plaza en esperar la versión más eficaz del Estudiantes, un equipo que anota 81 puntos de media, encaja muchísimo (87), ataca mucho el rebote de ataque y, como el UCAM Murcia, no duda en hacer uso de las faltas (23 de media por choque). Le imprime carga física a los partidos. Según el parte médico colegial, causan baja tres de sus piezas exteriores de mayor jerarquía: Giedraitis, Edwin Jackson y Gentile.
BAJAS
Calidad exterior
No obstante, aun con este triplete de bajas, al Estudiantes no le faltan argumentos ofensivos. El puertorriqueño J.J. Barea dejó la NBA para comandar en la pista las operaciones colegiales, Avramovic y Cvetkovic tienen mucha calidad y lo mismo cabría decir de Roberson, un base de 1,80 y un 41 por ciento en el triple que ya le causó dolores de cabeza al Betis en el partido de ida. En el puesto de alero dispone de la versatilidad de Vicedo, que también puede jugar como cuatro; como ala-pívot, los 216 centímetros de Brown engañan porque tie
Entrenador:
Jota Cuspinera.
Banquillo:
Sola (1,93, 5); Stoilov (2,08, 17); Laksa (2,00, 25); Djurisic (2,03, 42); Cvetkovic (1,88, 50); J.J. Barea (1,78, 55); Arteaga (2,14, 77). Bajas: Jackson, Gentile y Giedraitis se ausentarán por diferentes razones.
Los locales cuentan con las ausencias de Giedraitis, Jackson y Gentile
ne rango de tiro de casi ocho metros; y por dentro, Delgado sella los tableros con una media de siete rebotes por partido. El Estudiantes, por sus características, suele moverse en marcadores altos, de muchos puntos, donde el Coosur Betis no termina de sentirse siempre cómodo. Si tiene un mal día
COOSUR REAL BETIS
Entrenador:
Joan Plaza.
Banquillo:
Randle (1,78, 2); Borg (1,84, 6); Spires (2,10, 16); Magassa (2,03, 21); Ouattara (1,92, 24); Tisma (2,05, 23); Torres (1,88, 33); Jordan (2,15, 45). Bajas: Niang se quedó en Sevilla. en el tiro, lo pasa mal en esa dinámica de juego, en parte porque depende mucho de dos focos de anotación: Feldeine y Ndoye. Y, claro, los rivales ya saben cómo neutralizarlo. Al GBC, por ejemplo, le hizo 27 puntos en el primer cuarto y, sin embargo, para llegar a esa cantidad ante el UCAM Murcia (28), necesitó los dos primeros.
Plaza ha aprovechado estos días para corregir, animar y tranquilizar a sus chicos. Ha absorbido el peso de la responsabilidad de la derrota del jueves a sabiendas de la presión con la que conviven sus jugadores en cada pleito teniendo en cuenta que la mayoría no se ha visto nunca en una situación así. Que son novatos en la materia. Y salir del pozo no es fácil con el nivel de calidad de este Coosur Betis, al que le ha ido mejor cuando ha salido mordiendo en cada balón y atacando con fiereza el rebote defensivo. Crecer a través de la defensa. Ésa es la idea, pero no siempre el rival le deja. Le ha faltado madurez para serenarse y seguir defendiendo cuando los tiros no entran en lugar de abandonarse y permitir canastas fáciles. Si el ataque no funciona, la defensa no debe contagiarse. Son múltiples los factores que explican los altibajos tan pronunciados de un equipo que, pese a todo, dispone de siete jornadas para salvar los muebles. Puede que con tres victorias más, o cuatro a lo sumo, le baste.