Un grupo inversor proyecta una gran fábrica de placas solares en el Puerto
ΣEsΣEs una iniciativa que aún debe madurar pues no consta que exista una petición formal de la superficie que requiere esta planta
Una compañía denominada Greenland Gigafactory ha manifestado su interés en levantar una gran planta de paneles solares en el recinto del Puerto de Sevilla. Se trataría de una iniciativa de grandes dimensiones, ya que la aspiración del grupo es copar una superficie aproximada de 200 hectáreas. El proyecto ha trascendido a raíz de unas declaraciones de los investigadores del instituto alemán Fraunhofer ISE (dedicada a la investigación y la innovación en energía). Tanto este centro como la compañía Bosch estarían asesorando la puesta en marcha de una futura instalación fabril, que podría ubicarse en la Zona Franca, y que estaría liderada por la citada Greenland Gigafactory (que aún no esta constituida como tal en España y de la que no han trascendido los socios).
Actualmente las placas de los parques fotovoltaicos se producen mayoritariamente en China, donde los costes de fabricación son más bajos. De hecho, todas las fábricas que se instalaron en Andalucía para producir paneles en el primer «boom» del sector renovable se saldaron con un sonado fracaso (como fue el caso de Gadir Solar e Isofotón, que cerraron tras recibir cuantiosas subvenciones). Ahora este negocio vive un nuevo resurgir, ya que en Europa —y especialmente en España— se están construyendo parques solares de forma masiva para cambiar el modelo energético. La diferencia con la anterior etapa es que en este momento, gracias al avance de la tecnología, los promotores de proyectos de energía solar no necesitan subvenciones para producir de forma competitiva (debido precisamente al abaratamiento de las placas).
Según ha desvelado el instituto Fraunhofer, la planta que Greenland quiere desarrollar en Sevilla produciría paneles para generar una potencia eléctrica de 5.000 gigawatios al año (el equivalente a tres centrales nucleares). El objetivo sería que los costes de fabricación sean competitivos en relación con China y, para ello, la factoría debería ser de gran tamaño (para generar economías de escala). También tendría que cubrir todos los procesos de la cadena de valor (desde la obtención y el tratamiento de las materias primas hasta la producción de todos los componentes del panel). «Se empleará así tecnología de fabricación 4.0 con procesos totalmente automatizado», subrayan. La inversión económica que conllevaría la planta no se ha desvelado.
La otra clave de esta iniciativa sería la propia logística de los paneles. En este momento el transporte de las placas desde las fábricas en países asiáticos hasta el emplazamiento final en el que se levantan los parques es el 10% del coste, según Fraunhofer. El objetivo de la planta sería cubrir las necesidades de los nuevos parques que se están instalando en Europa, y especialmente en los países mediterráneos.
¿Cuál es el mercado al que se dirigiría esta planta? Solo en España el plan del Gobierno de Pedro Sánchez es instalar 50.000 nuevos megavatios de energías verdes en los próximos diez años. Las ventajas del Puerto de Sevilla en el plano logístico son evidentes, ya que está bien conectado por carretera y ferrocarril, además del propio transporte marítimo.
Una iniciativa incipiente
Aunque Fraunhofer y Bosch han filtrado detalles del proyecto, se trata de una iniciativa que aún no estaría madura. La concesión de una bolsa de suelo tan relevante como la que requiere para este proyecto debe solicitarse a la Autoridad Portuaria, y en este momento no consta ninguna petición ni resolución al respecto, tal como se comprueba en la información publicada de los distintos consejos de administración de esta institución.
El proyecto ha sido detallado tanto por el investigador alemán Jochen Rentsch (de Fraunhofer) así como por Thomas Fechner, director de desarrollo de negocio de Bosch Recroth, que
El objetivo de estos inversores es producir paneles a un precio inferior al de las empresas chinas gracias a un proceso muy automatizado
La iniciativa, de la que se desconocen los socios, se basa en un proyecto del centro alemán Fraunhofer ISE y cuenta como proveedor con la firma Bosch Recroth