Moreno buscará «respaldo judicial» a sus medidas
Las vacunas son por ahora el único medicamento que existe en el mercado para luchar contra el Covid-19. Como todas las vacunas, sirven para prevenir, no para curar. Todavía no existe en España ningún medicamento aprobado para atender a los pacientes que ya se han infectado, aunque se han probado varios. Sonó primero la hidroxicloroquina, después antivirales como el Remdesivir y más tarde el calcifediol. Puede que el primer fármaco disponible no sea ninguno de ellos, sino una combinación de lo que en la jerga médica se llama anticuerpos monoclonales. Los ha desarrollado AstraZeneca bajo el nombre genérico AZD7442, están en fase muy avanzada de desarrollo y se van a probar en pacientes contagiados en el centro de salud cordobés Matrona Antonia Mesa Fernández de Cabra, uno de los cuatro del país escogidos para el ensayo clínico.
El coordinador de las pruebas en Cabra, el doctor Jesús González Lama, asegura que «cuando se termine el reclutamiento de pacientes, en tres o cuatro meses tendríamos resultados y se podría empezar con la documentación para su aprobación. Si todo va bien a finales de este año podríamos disponer del fármaco».
González Lama, que dirige un equipo de dos médicos, tres enfermeros y un farmacéutico —«probablemente lo ampliemos», asegura—, explica la diferencia entre este medicamento y cualquier vacuna. Éstas, asegura, «no sirven para quienes están ya enfermos porque tardan un tiempo» en generar los anticuerpos, los organismos que produce nuestro sistema inmune para combatir al virus.
Así funciona
El fármaco de AstraZeneca inyecta directamente esos anticuerpos «para que funcionen desde el primer momento». Esa es la ventaja de un medicamento que se inocula con dos inyecciones a la vez, una en cada glúteo y en una sola dosis; además, se administra por vía intramuscular, un método más sencillo que la intravenosa y más apto para usar en un centro de salud.
Pero tiene también un inconveniente: requiere pacientes que ya estén infectados y no todos están dispuestos a servir de de conejillos de indias. El doctor González aclara que «un número importante está dando el consentimiento, pero a otras personas les cuesta, y es entendible. Por la expe
Cuando decaiga el estado de alarma el próximo 9 de mayo, la Junta de Andalucía tendrá que estar «pendiente de la decisión de los jueces» para aplicar sus restricciones para frenar los contagios de Covid. Eso «no es razonable», quejó ayer el presidente andaluz, Juanma Moreno, que critica la falta de una norma alternativa del Gobierno de Pedro Sánchez para que las comunidades autónomas puedan desenvolverse ante la pandemia. Es un «error», asegura.
Moreno reclamó al Ejecutivo que «tenga en cuenta la incidencia que vamos a tener el 8 de mayo para si fuese necesario» prolongar el estado de alarma. Si finalmente, éste se levanta, la Junta de Andalucía buscará el «respaldo judicial» a las decisiones que vaya adoptando a partir del 9 de mayo. Para intentar que salgan adelante las medidas, la Junta va a anticipar sus medidas al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), «incluso antes de que tomemos la decisión».
«Si se retira el estado de alarma, desaparece el toque de queda y la capacidad incluso de poner a un positivo en cuarentena, no lo podemos obligar», alertaba Juanma Moreno en una rueda de prensa ofrecida en Villardompardo, durante una visita a esta localidad de Jaén en la que ha participado en la inauguración de su castillo tras las obras de restauración.
En todo caso, el presidente de la Junta hizo hincapié en que esta «no es forma de trabajar» y no es lógico que en plena pandemia haya que «estar pendientes de las decisiones de los jueces».