Las pesquisas
la Comisión tienen «motivos para creer que hay indicios razonables de que se cometieron uno o varios delitos».
Según la prensa local, la reforma, que estuvo a cargo de la reconocida diseñadora Lulu Tyle, favorita de la realeza, podría haber costado unas 200.000 libras esterlinas (unos 230.000 euros) y Johnson insistió durante su comparecencia en el Parlamento en que él mismo pagó la obra de su bolsillo, en lugar de recurrir a las donaciones de sus partidarios.
Multa o caso para la Policía
En caso de que la investigación encuentre pruebas suficientes de que Johnson cometió un delito, podría imponerle una multa de hasta 20.000 libras (23.000 euros) o dejar el asunto en manos de la Policía, según fuera la gravedad de sus hallazgos.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, dijo a los diputados que en la lujosa remodelación Boris Johnson y su novia habría incurrido en gastos excesivos, y puso como ejemplo la compra de papel para tapizar paredes cuyo costo es de 840 libras (960 euros aproximadamente) el rollo, mientras los británicos sufrían los estragos de la pandemia de Covid-19 que hasta el momento se ha cobrado la vida de casi 130.000 personas.
Starmer acusó al Gobierno de estar «sumido en la sordidez, el amiguismo y el escándalo» e insistió en presionar a Johnson para que dijera quién hizo el pago inicial de la reforma, es decir, si fue el partido o algún donante en concreto.
Cabe señalar que, por ley, el primer ministro británico tiene una asignación anual de 30.000 libras (poco más de 34.000 euros) financiada por los contribuyentes para mantener y amueblar su residencia oficial, pero cualquier gasto extra tiene que ser cubierto con su propio dinero y además tiene la obligación de declararlo.
«La respuesta es que he cubierto los costos», respondió Johnson, visible