El Sevilla Atlético aplaza su salto
Sigue dependiendo de sí mismo para meterse en Primera RFEF y se la jugará con la Balona
los que compartir pared ante la muralla local. Caía derribado Fran en una acción posterior y desde el público sentenciaban con sorna la fina constitución del lateral: «¡No vas a sacar un palio en tu vida, Fran Delgado!», le espetó con gracia un aficionado. No estaba para chistes Raúl, que respondió con un gran robo en los albores de la creación de juego gaditana, y el olesano se asoció con Rodri, que fintó ante Ismael, pero no pudo superarlo. Saboreó entonces el Betis Deportivo todo este cóctel de imprecisiones con un tanto en contra labrado desde la pasividad marcado por Álex Geijo. El Atlético Sanluqueño encarrilaría la victoria con un saque de esquina que trataba de despejar la defensa verdiblanca. Armental voleaba a la caída y hacía el segundo que pesaría ya demasiado. En la recta final, Chema Núñez colgaba una falta que hallaba a Raúl dentro del área para reducir distancias y dejar en el aire las esperanzas verdiblancas de sumar en Sanlúcar de Barrameda. Volvió a tenerla el olesano, que pudo igualar al final de no haber sido porque lo evitó Isma Gil.
Pudo acabar ayer, pero todo se decidirá en el último partido. Y gracias. El Sevilla Atlético igualó a uno frente al Tamaraceite en un partido emocionantísimo de principio a fin que se abrió con el gol inicial de Valentino, igualado por Héctor Marrero, y luego supo sufrir en Gran Canaria teniendo algunas opciones y, sobre todo anulando las del rival con un Alfonso colosal que permite al filial nervionense seguir dependiendo de sí mismo en el último gran partido del campeonato para sellar su plaza en la tercera máxima división del fútbol que viene. La gran final. Nada se consigue sin esfuerzo ni paciencia en este filial, que ya mira la cita definitiva del domingo en el Jesús Navas frente a la Balompédica Linense (12.00) para ganar -y ya veremos cuánto vale su empate- y así convertirse en equipo de Primera RFEF.
El fútbol lo inventaron unos ingleses inteligentes con gran espíritu y no poca sensatez. Saber jugar no es difícil, saber ganar cuando sólo te vale ganar es algo mucho más complicado. Sobre todo si las condiciones del terreno de juego, de vocación sintética, suponen un verdadero desafío cuando llevas jugando y entrenando en hierba natural todo el año. El equipo de Paco Gallardo salió con la misma actitud que le ha llevado a firmar una gran segunda vuelta de la fase regular. El problema era mantenerla durante 90 minutos para que no se escapase el objetivo. Centraba Iván por la derecha con más ilusión que acierto tras una primera media hora política
TAMARACEITE
SEVILLA ATLÉTICO
TAMARACEITE Nauzet; Jordán, Alberto (Héctor Marrero, m. 30), David García, Aythami; David González, Casais (Ismael, m. 83), López Silva, Toni Segura, Asdrúbal (Alexis Ramos, m. 83) y Quintero.
SEVILLA ATLÉTICO Alfonso; Juan María, Aspar, Kibamba, Valentino; Simo, Pedro Ortiz, Adrián Peral (Luis Vacas, m. 82), Luismi ( Juanlu, m. 82), Isaac (Casas, m. 75) e Iván
GOLES Marrero.
m. 40: Valentino.
m. 46: Héctor
ÁRBITRO Muñoz Pérez (Comité Valenciano). Amonestó a Quintero, Valentino, Casais, Toni Segura, Casas y Alfonso. mente correcta donde resultaba complejo frotar la lámpara del talento, demasiado manchada por tanto pie de caucho. Luismi sacaba un córner desde la izquierda y la pizarra se reorganizaba conforme dirigía la orquesta con su brazo: bloqueos en el primer palo y una cabeza ilusionada que responde al nombre de Valentino entre la maraña de hombres del Tamaraceite. El argentino se disfrazó de Carlos Puyol entre aquellas torres bávaras y clavó un cabezazo soberbio en el primer palo. Golazo del nieto de Scotta que valía una plaza en Primera RFEF. O al menos eso pensaba uno antes de que llegase el empate al filo del descanso. Era Jordán quien sacaba el amago desde el perfil diestro para engañar a Juan María y colgar un balón al centro del área pequeña del Sevilla Atlético que encontró la precisa implicación de Héctor Marrero, recién ingresado, que saltaba para lograr el empate ante la indefensión de Alfonso. Casas tuvo en sus botas la clasificación directa en una oportunidad clarísima que dejaba abierta la disputa pero fue Alfonso Pastor quien se erigió como protagonista de un final de infarto con una doble acción que salvó al filial.