Ministra para conciliar: de ocho a tres y lunes al sol
Igualdad no es una cartera con una actividad frenética, pero en el último mes la oposición achaca que la agenda está más volcada en la candidatura de Iglesias que en dar salida a los problemas reales de las mujeres
n la agenda que publica La Moncloa de sus miembros cada día, a menudo se observa una falla: la ausencia de actos públicos de los ministros de Unidas Podemos (UP). Desde enero de 2020 se mantienen con bajo perfil Alberto Garzón e Irene Montero; Pablo Iglesias, siendo aún vicepresidente, tenía igual un programa reducido. «Agitan muchas pancartas, pero no dan salida a los problemas reales», critica una dirigente popular que, además, recuerda que en los gobiernos del PP un solo ministro concentraba cuatro áreas del gabinete de Pedro Sánchez: Consumo, Igualdad (antes, secretaría de Estado), Servicios Sociales y Sanidad, con más competencias y menos tiempo libre. «Se hacía casi medianoche en el Ministerio. La izquierda solo sabe de despilfarrar y tapar su ausencia con propaganda», remacha.
Excepción a la regla. La que no falta nunca en esa proyección pública ni antes ni ahora es Yolanda Díaz. Lo reconocen hasta sus adversarios. «La ministra Díaz es sumamente trabajadora», dicen fuentes populares consultadas por ABC. «Es una mujer que explica, con solvencia, cada medida. Estés de acuerdo con ella o no», corrobora Pedro Marfil, miembro del Consejo Directivo de ACOP (Asociación de Comunicación Política). «En cambio, Montero es buena comunicadora, pero a su discurso le falta consistencia. Hay cuestiones de fuerte calado en Igualdad, pero se queda en lo anecdótico: el ‘todos, todas, todes’. No dudo de que es efectista porque visibiliza el tema de las identidades y es lo que busca», dice Marfil.
EGuerra de sexos
Para otro alto cargo del PP, «destroza el lenguaje, de manera irresponsable promueve la guerra de sexos antes que el talento y la creación de empleo femenino. Es una ministra sin agenda, con un Ministerio que recibe grandes sumas de dinero para darse publicidad, esto se les da de cine. Y mantienen gastos superfluos en vez de invertir en políticas de verdad». En las filas del PSOE, aparte de la brecha abierta con la ministra por la bandera de la que ambos partidos quieren apropiarse, no se ocultan y afirman a este periódico que la agenda brilla por su ausencia en el caso de Montero y programa solo eventos con un sesgo ideológico claro. «Solo Díaz se salva», reafirman fuentes socialistas.
Los últimos quince meses en el Congreso de la ministra Montero se resumen, para la portavoz parlamentaria del PP que le da la réplica, Margalida
Prohens, en dos comisiones: una por el pacto de estado de violencia de género en el que, recuerda, UP se abstuvo (y por eso no parece del todo contento con él, reprueba Prohens) y otra, el 7 de octubre. Desde entonces no se le ha vuelto a ver ante el resto de portavoces del área. La labor parlamentaria de Montero se sintetiza, para varios exministros testados, en que «no le gusta mucho detallar sus iniciativas en el Parlamento; además de que se ha diseñado una agenda hecha más para conciliar que para gobernar», postergan.
En este tiempo, según las fuentes populares, en lo que más se ha volcado ha sido en azuzar la manifestación pandémica del 8-M junto a la ley de Libertad Sexual (o del ‘solo sí es sí’), que de momento ha echado para atrás la Justicia y el socio de gobierno. Después estalló la pandemia y mantuvo un segundo plano, con la confección de la ley Trans que desató la ira de los socialistas en julio. Esta herida no se ha cerrado. «No se trata tanto de la cantidad como de la calidad –justifica Marfil–. Yo prefiero que mi asesorado tenga dos eventos potentes y visibles antes que quince que no valen para nada. Hay mucha labor de despacho de los ministros que no trasciende». Pero en palabras de anteriores políticos que ocuparon la silla de Montero, la proporción es de un 50-50%.
«No ha hecho nada por las preocupaciones reales de las mujeres. La igualdad se defiende los 365 días del año y no solo con eslóganes», dicen fuentes próximas a otra exministra del PP. Prohens considera que «Montero está más interesada en gestos de cara a la galería sin un trabajo de fondo real por la igualdad entre hombres y mujeres». Un ejemplo: no se le oyen propuestas para promover el empleo de mujeres con discapacidad, se reprueba. El Ministerio «está pasando de puntillas por la crisis económica que se ha agravado en pandemia para las mujeres», aprecian las diputadas.
«Debería dejar de ser noticia por cuestiones personales, como llevarse a su hija al Ministerio, pero es un debate peliagudo, porque la separación de ins
La ministra asiste al traspaso de la cartera ministerial de Pablo Iglesias como vicepresidente a Yolanda Díaz el último día de marzo y al primer acto electoral de la campaña del líder de Podemos como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Actos que se repetirán dos veces más a lo largo del mes, el 16 de abril y el 21 de abril junto a la nueva ministra Ione Belarra para denostar «el cartel de odio de Vox».
Marzo acabó con el líder candidato a Madrid