La ‘cruz’ del Covid en Granada
La pandemia ha castigado con más dureza a la provincia a nivel económico y ha saturado sus UCI en la cuarta ola
ranada tiene aura de hidalgo. Mientras que su historia y su patrimonio la colocan entre otros tantos nombres reverenciados, su situación económica le lleva en cambio a la cola de todos, siempre en términos más propios del malditismo, ese que le hace ocupar la cúspide de un ránking negativo tras otro. A diferencia de otros tiempos, como fue la crisis del ladrillo en 2008, Granada se enfrenta a su particular ‘cruz’ de mayo en forma de Covid. Crisis sanitaria, de empleo, económica, social… en todas ellas, la provincia se encuentra al límite.
Tras un año de pandemia, la provincia lidera el aumento de paro en toda Andalucía. Un 27,9%, que significa 22.100 desempleados más. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de personas en paro rebasa los 100.000, lo que significa un 23,32% de su población activa. A la postre, uno de cada cuatro granadinos no tiene trabajo. Una situación que retrotrae hasta el peor dato hasta la fecha en 2013. A la espera, otros 13.620 trabajadores en situación de ERTE.
La alta tasa de temporalidad y la preponderancia del turismo en la provincia han resultado dos elementos clave para entender el desastre en Granada y sólo los datos del sector agrícola han mejorado levemente la situación en el último mes.
Así las cosas, de la fragilidad de un mercado laboral que ya venía dando muestras de fatiga, con bruscas subidas y bajadas dependiendo de la época en los últimos años, sumadas a las drásticas medidas sanitarias que la
Gprovincia ha tenido que sufrir por su alto índice de contagios, se resumen en buena forma las causas de la actual situación de desempleo. Esto se ha notado sobremanera en la especial mortalidad de la empresa granadina en estos meses, superando el 27,4% durante la pandemia. Con un 72,66% en su tasa de supervivencia, las empresas de la provincia miran de lejos a la media andaluza (73,86%) y, ya casi sin ponerle cara, a la media nacional (79,98%).
Un ‘punto negro’ andaluz
El cruce de declaraciones entre instituciones y los empresarios de Granada ha sido constante a propósito de la incompatibilidad de las actividades no esenciales y las restricciones sanitarias y cierres perimetrales. La canción, con un estribillo idéntico. «Compromiso con el sector» por parte de la Junta y «ayudas y medidas insuficientes» por parte de los empresarios.
Pero a nadie se le escapa que el parón económico tiene sus raíces en la crisis sanitaria. Desde el inicio de la pandemia, ya fuera en la primera, la segunda, la tercera o incluso ahora en la cuarta ola, la provincia ha sido un punto negro en el mapa Covid andaluz y nacional. Si bien esto podría tener causas también estructurales, el caso es que aún a día de hoy, con la campaña de vacunación en marcha y 110.000 personas vacunadas, la capital sigue liderando a todas las demás andaluzas en número de contagios.
UCI sobrecargadas
Por si fuera poco, a pesar de que la incidencia hospitalaria esté bajando, la nueva movilidad interprovincial podría impactar en unos números ya de por sí poco alentadores. Hasta cien nuevos positivos comunicados ayer. A todo ello se le suma que las UCI siguen absolutamente sobrecargadas, rozando el centenar de pacientes. Granada lidera la ocupación a nivel andaluz.
De las medidas para evitar esta avalancha de contagios y la temporalidad y precariedad que caracteriza al sector servicios como principal motor económico, se deduce el siguiente dato: Granada ha perdido hasta el 12,6% de su Producto Interior Bruto en 2020. Esto coloca a la provincia entre las diez que más se han empobrecido a causa de la pandemia. Sólo Málaga pone tierra de por medio a nivel andaluz con un 17%, aunque se encuentre muy lejos en las cifras de aumento de desempleo granadinos del último año (14,6% frente al 27% de Granada).
El PIB de la provincia bajó dos puntos más con respecto a Madrid. La renta per cápita de la capital de España dobla el dato histórico andaluz y, por tanto, el granadino. Granada no sólo es más pobre ahora, sino que ensancha su diferencia con respecto a otros territorios. Entre hidalgos y nobles, sigue habiendo sus diferencias.