El ‘microclima’ vuelve a la Expo
La isla de la Cartuja contará con un bulevar ajardinado que mantendrá una temperatura estable de entre 20 y 27 grados. Se trata del proyecto Qanat, un sistema de refrigeración natural que aprovecha la energía geotérmica y el agua del subsuelo, una tecnología que ya usaban los persas hace 3.000 años para protegerse del calor. Precisamente a ese mecanismo hidrológico milenario hace referencia el término Qanat con el que el Ayuntamiento, principal promotor de esta iniciativa, la ha bautizado, explicó el catedrático de Ingeniería Energética Servando Álvarez, coordinador del proyecto. Se ubicará en el espacio situado en la avenida Thomas Alva Edison, justo detrás de la Facultad de Comunicación, donde está el anfiteatro de la Expo 92. Precisamente ese recinto, que lleva sin uso desde entonces, será el punto de partida de esta nueva plaza que se completa con otro equipamiento, el zoco, que será un espacio polivalente de encuentro y disfrute ciudadano. En un año el parque tecnológico tendrá en servicio este refugio contra las altísimas temperaturas del verano, casi un oasis que servirá como laboratorio de pruebas para replicar el modelo en otras partes de la ciudad. El proyecto cuenta con una financiación de cinco millones de euros, que procede de fondos europeos. La Expo 92 ya adoptó hace treinta años un sistema de ‘microclima’ por eyección de agua que entonces fue revolucionario.