Vueling ensaya en Sevilla un proyecto pionero de embarque
Si obtiene buenos resultados lo implantará en todos los aeropuertos
La compañía Vueling utilizará el aeropuerto de Sevilla como campo de pruebas para un proyecto piloto de embarque y desembarque de pasajeros. La intención es buscar las fórmulas para reducir el tiempo en esta operativa, que es la que más molestias causa a los viajeros y en la que más tiempo se pierde. Hace meses que la aerolínea española viene preparando este experimento, ya sus técnicos compartieron impresiones sobre el asunto en el Tourism Innovation Summit (TIS), el congreso de innovación turística que se celebró en la ciudad el pasado noviembre, pero no será hasta esta primavera cuando se empiece a probar.
Al parecer, la prueba consistirá en organizar al pasaje antes del control de pasaportes para evitar aglomeraciones y colas en las salas de embarque de los aeropuertos. En lugar de plantear un orden aleatorio o dividirlos en dos colas para viajeros prioritarios y no prioritarios se irán llamando en las pantallas informativas por fila y número de asiento, de manera que la entrada se realice de forma más ordenada, más rápida y con menos concentraciones. Aunque no precise de una tecnología muy avanzada, el proyecto está en manos de los equipos de I+D+i de la compañía que se han adaptado en un tiempo récord a las exigencias para seguir operando en tiempos de pandemia.
La aerolínea pretende realizar en las próximas semanas las primeras pruebas aprovechando las nuevas instalaciones de San Pablo que está remodelando esta zona. En esta parte del edificio terminal tiene previsto cambiar las antiguas pasarelas de embarque por los llamados núcleos de comunicación vertical, que permiten a los viajeros acceder al avión por las dos puertas y con un modelo mixto, es decir, a través de las pasarelas o ‘finger’ y a pie.
La apuesta
Si Vueling obtiene los resultados deseados, la experiencia se trasladará al resto de aeropuertos en los que opera. Es muy significativo para Sevilla ser
La iniciativa terminará con las colas y las aglomeraciones al subir y bajar de los aviones
punta de lanza de la innovación en la aviación comercial. La ‘low cost’ española es uno de los principales operadores junto con Ryanair que tiene San Pablo y el que más actividad ha mantenido durante los meses duros de la pandemia. Su programación, que se centran en la conexión entre ciudades españolas, es la que menos se ha alterado y la que más demanda ha tenido en todo este tiempo.
Será a partir de este mes cuando aumente el número de asientos que tiene a la venta y la frecuencia para iniciar la remontada. El aeropuerto sevillano opera ya una media de cincuenta vuelos diarios y llegará a los cien este verano si la demanda responde a la oferta planteada por los grupos de aviación, que siguen apostando con fuerza por el destino Sevilla.