No hay caza al pijo, sí ladrones
La Policía desmiente que haya un juego viral y apunta a pandillas que se dedican a robar de manera violenta
Un mensaje de whatsapp de un padre de Nervión se volvió viral este pasado fin de semana. Fernando acababa de sufrir la terrible experiencia de ver cómo a su hijo se lo llevaban al hospital en estado semiinconsciente por culpa de los golpes que había recibido en la cabeza durante una agresión en la calle. La víctima estaba con sus amigos en la calle Campamento, en la zona de San Bernardo. Estaban escuchando música con un altavoz portátil cuando se les acercó un grupo de jóvenes que lo rodearon y le dieron una paliza para robarle el dispositivo electrónico. Entre los agresores había, al menos, un menor de edad.
Fernando sostiene que hay un juego que consiste en la caza del pijo, protagonizada por «grupos de jóvenes» que sólo tienen como objetivo apalizar a chicos de barrios pudientes. Tras lo ocurrido y asesorado –dice– por la Policía, que le aconsejó que reuniera a más posibles afectados de esas agresiones para denunciar en bloque, mandó un mensaje, que en pocas horas se multiplicó por los grupos de whatsapp. El promotor de la iniciativa aseguraba ayer a este periódico que ya ha recabado el apoyo de un millar de sevillanos, «muchos de los cuales también han visto cómo sus hijos eran agredidos en las calles». Y que está desbordado porque hay muchas más familias interesadas en sumarse.
La Policía Nacional enviaba ayer una nota de prensa a los medios confirmando la detención de dos jóvenes por la brutal paliza que recibió el hijo de Fernando. Se trata de dos jóvenes, que carecían de antecedentes penales hasta la fecha, de 17 y 19 años. El primero quedó a disposición de la Fiscalía de Menores y el segundo, tras ser identificado y detenido dos días después en su casa, fue enviado a prisión provisional. Los agentes circunscriben lo ocurrido a un robo violento, sin restarle importancia alguna, y descartan que el ataque fuera algo relacionado con un reto viral como los que se han popularizado a través de redes sociales. «No tenemos ningún dato que nos lleve a afirmar eso», señalaban a este periódico fuentes autorizadas del Cuerpo Nacional. En esta línea señalan que no hay ninguna investigación abierta salvo la que se inició a raíz del robo violento de la calle Campamento.
Las imágenes
La familia de la víctima, que está personada en la causa, ha solicitado a la jueza instructora que pida las grabaciones de la cámara de seguridad de la entrada de un aparcamiento que enfoca a la zona donde se produjo la agresión, con el objetivo de identificar al resto de implicados en la agresión.
Desde la Policía señalan que tienen constancia de que existen grupos de jóvenes que se dedican a asaltar a otros chicos para llevarse sus teléfonos móviles o el dinero. Son delincuentes que actúan en distintos puntos de la ciudad y que buscan víctimas a las que puedan abordar con facilidad. Ya han actuado sobre ellos pero se enfrentan a delincuentes juveniles reincidentes.
Es un perfil delincuencial nada novedoso, que se repite en el tiempo, y que no responde a ninguna estrategia de atacar a otro por su condición social sino porque tiene algún objeto que quiere sustraerle como los móviles de última generación o los aparatos electrónicos. En los últimos meses hay algunos precedentes: el pasado mes de abril agentes de la Policía Local de Sevilla detenían en el barrio de El Porvenir a cuatro jóvenes de entre 19 y 27 años por agredir a dos personas para robarles un teléfono móvil.
En enero, dos pandillas también fueron arrestadas por robos violentos y el objetivo no era otro que los teléfonos móviles; un producto que se puede vender fácilmente en el mercado negro. Uno de los grupos actuaba en la zona de Sevilla Este y amenazaba a las víctimas con armas blancas. Fueron identificados cinco menores, de entre 15 y 17 años, y un niño de 13 años contra el que no pudo actuar la Policía por su condición de inimputable.
Parque Guadaíra
En enero, los agentes arrestaba a nueve menores de entre 14 y 16 años por dar palizas a chicos en el Parque Guadaíra en la zona de Heliópolis. Los agentes contabilizaron hasta 14 víctimas a las que seleccionaban al azar para propinarles una paliza. Es quizás el caso que más se asemejaría a una conducta movida por un reto viral. Sin embargo, desde la Policía mantienen que se trató de un caso puntual y que detrás de esas agresiones siempre está el móvil del robo.
La inquietud de esos padres, que reclaman una mayor seguridad en barrios como Nervión, la hacía suya ayer el PP, que sostiene que las agresiones a jóvenes es «una deplorable práctica que lleva meses desarrollándose en la ciudad sin que el gobierno municipal haya hecho nada por evitarlo». Los populares sí le dan validez a la hipótesis de la supuesta caza al pijo que la Policía desmiente.
A través de una nota de prensa, el todavía portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, recordaba que lleva meses denunciando la inseguridad contra menores en distintos barrios de Sevilla al tiempo que ha exigido medidas contundentes para atajarlo.
«Ya en el pasado mes de enero, se denunció que los vecinos del Porvenir estaban preocupados porque diversas bandas callejeras tenían atemorizados a sus hijos que habían sufrido el robo de dispositivos móviles bajo la coacción, amenazas y agresiones. El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo. Mientras Espadas lo siga negando, los padres seguirán preocupados con la inseguridad en aumento», advertía ayer el portavoz popular en el Ayuntamiento de Sevilla.
Los agentes señalan a un tipo de delincuencia juvenil que existe desde hace décadas